El balance sobre el legado de un líder industrial y empresarial siempre tiende a hacerse al final de su existencia, pero mucho antes de ese recuento póstumo sus acciones e iniciativas a lo largo de la vida productiva ya permitían proyectar esa contribución con un enfoque trascendente.
Sólo un esfuerzo tesonero, creativo y constante permite a un capitán de empresa impulsar grandes proyectos corporativos y haber tenido la visión e inteligencia para consolidar los logros alcanzados y facilitar oportunamente el traspaso de mando en los puestos claves.
Juan Bautista (Gianni) Vicini Cabral, quien lideró los negocios de la familia Vicini en su tercera generación por más de 50 años, fue un ejemplo de perseverancia, consagración al trabajo y de vida discreta, sin alardes ni ostentación.
Esta filosofía de vida y el deseo de garantizar a la corporación una pujanza creciente y perdurable le permitió sentar las bases para transformar a Vicini en el administrador de activos más importante del Caribe y Centroamérica
Como muestra inequívoca de que rehuía cualquier inclinación al protagonismo personal o a la proyección propia, don Gianni Vicini Cabral mantuvo en secreto su destacada y comprometida participación en la conspiración que permitió la caída de la dictadura trujillista, en la cual fue conocido como “Mr. X”.
Este aporte, que puso de manifiesto su valentía y temple personal en favor de la libertad y en contra de un régimen tiránico y sanguinario, nunca se hubiera conocido por voluntad propia porque no había tomado arriesgada acción para que luego se le reconociera.
Esa faceta desconocida de luchador antitrujillista fue revelada 25 años más tarde por quien había sido, en aquel momento, el encargado de negocios de la Embajada de los Estados Unidos de América, luego de que el Departamento de Estado norteamericano desclasificara los documentos de sus archivos en torno a la conspiración contra el dictador.
Entre otros datos biográficos, así como perfiles de su personalidad se destacan su consagración al estudio académico, ya que en el 1946 se graduó con honores en ingeniería química en el Massachusetts Institute of Techology (MIT). En sus años mozos practicó la esgrima como deporte y disfrutó el baile como esparcimiento hasta sus últimos días.
Su visión y fino tacto le permitió liderar el patrimonio familiar junto a sus tres hermanos, convirtiendo los negocios azucareros heredados en el motor de la libre empresa a partir de 1961, al surgir la democracia y la empresa privada en la República Dominicana.
En vida, ya retirado pero siendo todavía el centro de atención afectiva y orientadora de la familia, el presidente Leonel Fernández Reyna le otorgó en septiembre de 2008 la Condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado Gran Cruz Placa de Plata.
Luego de facilitar la transición a la nueva generación familiar, don Gianni tuvo la dicha y oportunidad de ver sus frutos y apreciar cómo la corporación a la que tanto contribuyó se había diversificado y ampliado de Casa Vicini a Vicini, toda una corporación con importantes inversiones en turismo, bienes raíces, servicios financieros, energía, industria, alimentos, bebidas y medios de comunicación. Paz a sus restos.
Las autoridades dominicanas deberían sentirse avergonzadas de que mientras guardan absoluto silencio sobre el escándalo, a pesar de las preguntas y gestiones de la prensa, las únicas informaciones al respecto han provenido de fuentes foráneas.
En otras palabras y más claramente, que si el periódico estadounidense The Word Street Journal
El embajador de los Estados Unidos James Brewster, confirmó este martes que es cierto lo que han publicado diferentes medios de comunicación sobre el caso de los Súper Tucanos, de que su país tiene una investigación abierta al respecto.
Sin embargo, el diplomático no quiso dar mayores detalles del caso para precisamente no entorpecer las pesquisas.