“Vive Paso a Paso”

Un cordial suludo a todos mis queridos lectores.

La vida es muy corta y hay que vivirla paso a paso. Hay un refrán que se decía mucho en mi país natal, y era: “No por mucho madrugar se amanece más temprano”.  El día consta de veinticuatro horas, apurémonos o no, no vamos a lograr que el día tenga ni más ni menos horas, siempre serán las mismas veinticuatro horas. Diferentes días, con diferentes problemas, porque ningún día es parecido a otro, saldrá el sol un poco más temprano, será un día caluroso, de lluvia, habrá menos a más nubes en el cielo, pero siempre tendrán veinticuatro horas, entonces para que me apuro, tratemos de vivir la vida paso a paso.

Si tú me dices a mí que en nuestro bello país Dominicano, se vive paso a paso, te digo que tú no has vivido nunca en Republica Dominicana, o lo mejor has venido de paseo una que otra vez a los resorts de Bávaro a los de la Romana o a alguno de los hoteles de Juan dolió.

Quiero contarles una historia que dice así: Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado. Mientras se encaminaban recoger el equipaje, el soldado se separó del visitante en tres ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro. ¿Dónde aprendió a comportarse así?, le pregunto el profesor. En la guerra, contesto. Entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematuramente. 

Me acostumbré a vivir paso a paso, explico. Nunca sabía si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida. 

No podemos saber lo que va a suceder mañana. Sería muy triste el mundo si lo supiéramos. Se perdería toda la emoción por vivir. Nuestra vida sería como una película que ya hemos visto. No habría ninguna emoción, ni sorpresa. Lo importante es mirar la vida como lo que realmente es, una gran aventura.

En un final, no importa quién ha acumulado más riquezas ni quién ha llegado más lejos, lo importante es quien lo vivió más y de la mejor forma a los ojos de Dios.

Termino con el Capitulo 1, Versículos del 4 al 6 del Libro del Eclesiástico que dicen: Una generación se va y la otra viene, y la tierra siempre permanece. El sol sale y se pone, y se dirige afanosamente hacia el lugar de donde saldrá otra vez. El viento va hacia el sur y gira hacia el norte; va dando vueltas y vueltas y retorna sobre su curso. 

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.