Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
El Papa Juan XXIII, un Papa con una visión joven lanzo la idea a la Iglesia de tener el Concilio Vaticano II, y dejo a los jóvenes del mundo algunos consejos para vivir una vida mejor y con intensidad.
No solo fue para los jóvenes, sino a nosotros también nos vienen muy bien reflexionar sobre estos puntos, para tener una sociedad mejor y más justa con todos y para el bien de todos.
Nos dijo en Papa Juan XXIII: Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente al día, sin querer resolver todos los problemas de mi vida todos de una vez.
Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, seré cortés en mi manera de tratar a otros, no criticaré a nadie, y no pretenderé castigar a nadie, sino a mí mismo.
Sólo por hoy tratare de ser feliz, con verdadera certeza que fui creado para encontrar la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino aquí también.
Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, y no que se adapten todos a mis deseos.
Sólo por hoy me concentrare en leer por quince minutos una buena lectura, recordando que igual que el alimento es bueno para la vida del cuerpo, así la lectura buena, es necesaria para la vida del alma.
Sólo por hoy tratare una acción bueno, y no divulgare a los cuatro vientos.
Sólo por hoy haré una cosa que no deseo hacer, si me siento ofendido por lo que hecho, procurare que nadie se entere.
Sólo por hoy creeré fielmente, que aunque todas las circunstancias me demuestren lo contrario, Que la buena Presencia de Dios se ocupa de mi como como si nadie existiera en este mundo.
Sólo por hoy no habrá temores en mí. De manera que no tendré miedo de disfrutar lo que es bello y de crecer en la bondad.
Eso nos dijo el Papa Juan XXIII hace muchos años, pero son palabras que están vigentes para todos nosotros hoy en día.
Termino con el La Carta de San Pablo a los Romanos, Capitulo 7, Versículo 19, que dice: “Porque yo no hago el bien que quiero, sino que hago el mal que no quiero”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.