SANTO DOMINGO. – En la República Dominicana, el Día de los Reyes más que una fecha es una tradición celebrada con entusiasmo por los niños. Sin embargo, en últimos tiempo algunas costumbres se han ido perdiendo debido a las nuevas tecnologías. La folklorista y comunicadora Xiomarita Pérez dijo que es importante revivir las costumbres en los niños ya que es una práctica propia que marca la identidad de los dominicanos.
Durante la entrevista en el programa El Despertador, Pérez recordó cómo, en tiempos pasados, los niños dejaban hierba y hasta cigarrillos para los camellos de los Reyes Magos. Una costumbre que reflejaba la inocencia y el vínculo con las raíces campesinas de la sociedad dominicana. La llamada «Vieja Belén», otro personaje tradicionalmente asociado con la Navidad, era también parte de esta escena, pero con el paso de los años se ha dejado de mencionar debido al avance de la modernidad y el cambio en las percepciones culturales.
«Yo no estoy de acuerdo con que la instituciones regalen juguetes, vamos a poner a los niños hacer sus juguetes apara que empleen las manos, manosen la madera», comentó.
La folklorista mencionó que es vital conservar las costumbres que conectan a los más jóvenes con la esencia de su tierra y propuso, que “lugar de regalar juguetes comprados, debemos enseñar a los niños a hacer sus propios juguetes, a través de la madera o materiales sencillos, como se hacía antes”, expresó.
La comunicadora mencionó algunos de los juguetes tradicionales han perdurado en la memoria colectiva, aunque con algunas variaciones. El «carrito de cajebola», el «trompo» y la «patineta de cajebolas» son ejemplos de juegos que, aunque ya no son tan populares, siguen siendo parte del legado cultural de la República Dominicana.
Dijo que hoy en día, esos juguetes artesanales, creados por manos de niños o adultos, se han convertido en objetos decorativos que muchos dominicanos, especialmente en la diáspora, valoran con nostalgia.
«Aunque ya no se hagan con la misma madera o materiales de antes, los juegos siguen siendo universales», afirmó Pérez.
Expresó que el tira piedras, es conocido en otros países como; resortera, embique o la perinola son ejemplos de que aunque tengan nombres diferentes sigue siendo el mismo objeto sinónimos de creatividad popular.
La importancia de la tradición folklórica
Xiomara Pérez hizo un llamado a la preservación del folklore dominicano, especialmente de los bailes y danzas que forman parte de la identidad cultural del país. La «mangulina», el «carabiné» y el «pambiche» son ejemplos de ritmos autóctonos que aún se practican en diversas regiones del país, aunque su presencia ha disminuido, sobre todo en la vida cotidiana de los jóvenes.
La experta subrayó la importancia de enseñar estas danzas en las escuelas y en los hogares, para que los niños y adolescentes sigan apreciando y cultivando su cultura. «El folklore no es estático, debe adaptarse a los tiempos, pero siempre manteniendo su esencia».
Pérez, quien fue la primera directora nacional de folclore, resaltó la relevancia de los talleres y la enseñanza en la preservación de la música y la danza dominicana. «Lo que trato de hacer es dejar un legado, enseñar y promover nuestro folklore a través de talleres y eventos», aseguró.
Para Xiomarita Pérez, el folklore no solo está en las festividades, sino también en los ritos y manifestaciones religiosas populares. El uso del «palo» o los «atabales» en ceremonias religiosas y funerarias, por ejemplo, sigue vivo en muchas comunidades, manteniendo una conexión espiritual con las raíces africanas de la isla.
Consideró que el «palo» es una danza ritual y que es mucho más que un baile festivo. «Es una danza con un propósito.
A pesar de las dificultades económicas y la falta de apoyo institucional para estas tradiciones, Pérez informó que continúa trabajando con su propio esfuerzo para preservar y difundir el folklore dominicano.
“Si las instituciones no lo hacen, yo lo haré con mi peculio”, expresó.
