“Antes de comenzar con esta denuncia quisiera saludar a un joven de apenas 22 años que desde que llegó a esta empresa, hasta hace poco, viene convirtiéndose en cómplice de las ideas más estrepitosas que me han nacido. Y es que siempre hemos creído en la juventud como relevo productivo de la nación. En este caso ha sido el escritor de todo lo que a continuación les presento, espero sea de su información y provecho”.
Cortesía de Prandy Maldonado. (Pedro Brand)
Hace alrededor de dos meses fui víctima del robo de mi Smartphone. Cuando me di cuenta que mi teléfono ya no estaba en donde acostumbro a cargarlo fue como sintiera que me arrancaron parte de todo lo que me rodea. Mi oficina, mi familia, mis amigos, mis colegas, en fin, todo estaba ahí…
Como es costumbre que a nuestra morada nos frecuenten y nos visiten personas de todo tipo de círculo social y económico y por el desprendimiento que tengo hacia cosas materiales, la confianza y la forma accesible para todos. No sabía en quien pensar.
Así que inmediatamente me puse en contacto con la Policía y a renglón seguido formule mi querella. Una vez terminada mi declaración ellos me aseguraron que ese que se atrevió a semejante cosa era hombre perdido. Ya tengo dos meses y aún sigo como la aquella famosa canción de Sara Monter: “Fumando espero al celular que quiero”….
Como les había mencionado nuestra casa es visitada por muchos, especialmente por todos los que se creen cantantes o compositores. Siempre les pregunto cosas para saber su opinión acerca de la situación que nos arropa a todos los dominicanos; la delincuencia en los barrios entre otros males…
A medida que la conversación fluye les pregunto qué piensan de las personas que roban y hasta matan por un maldito celular, con la intención de compartir testimonios y superar mi trauma. Y es impresionante la cantidad de testimonios espeluznantes que escucho a cerca del robo de teléfonos, especialmente inteligentes. Me cuentan que hay tres tipos de casos de cómo y a donde van a parar los celulares robados:
1- Te lo roban en un carro público o donde sea, dos gorditos que andan acabando en las esquinas entre la Gómez y la Núñez, ese es su perímetro clave, me imagino que la Policía lo sabrá, porque de no saberlo esperamos que lean con mucha atención…. Estos se hacen pasar por transeúntes o pasajeros que no caben (dependiendo el caso) que amablemente te piden que te pongas “mejor” para “acomodarse en el asiento” pero es para sacarte el móvil y lo que sea de donde sea que lo tengas, una vez logrado su objetivo, se desmontan en cualquier avenida y salen lo más rápido posible según su plan. Estos, llevan los robos donde un sujeto llamado “El tipo de la 19” quien los desarma, les quita el chip del IMEI y hasta los mete en las cárceles del país, no importa cuál sea, ni a quien sea.
2- Quien te roba el teléfono los vende a algún técnico poderosamente organizado en mafias que tomara tu teléfono para piezas de re-ensamblaje y/o venta de repuestos de modelos iguales al tuyo. Otras veces estos mismos los exportan hacia Haití, Puerto Rico, Sur América e incluso hasta África.
3- Este último esta sucumbido al vicio de todo tipo, solo quiere dinero para sus necesidades, los vende a precio de vaca muerta sin papeles, algunas veces sin el cargador (como en mi caso) a alguien que no sepa o no le interese de dónde saca este/os las cosas que venden, y algo muy importante…. No le importara arrancarle el corazón hasta su madre para robarle y más si esta tiene un Smartphone.
Hace unos años fue asesinada de varios disparos una estudiante en Santiago por un teléfono. Aquello fue todo un escándalo, lo mismo que paso en Herrera hace dos semanas, le estamparon 18 balas a un muchachito también estudiante solo para arrancarle un miserable celular. Parece que en estos tiempos la vida humana no vale más que un Black Berry, un IPhone o un Android. ¿Y la Policía? ¡Bien gracias!…
Esto hace rato que se les fue de las manos….