Redacción.- La policía keniana ha recuperado 73 cadáveres, la mayoría procedentes de fosas comunes en un bosque del este de Kenia, que se cree que eran seguidores de un culto cristiano que afirmaba que irían al cielo si morían de hambre, informó el lunes un agente de la policía.
El número de muertos, que ha aumentado repetidamente a medida que se han ido realizando exhumaciones, podría incrementarse aún más.
La Cruz Roja keniana informó que 112 personas han sido reportadas como desaparecidas ante un servicio de búsqueda y asesoramiento que instaló en un hospital local.
El líder de la secta, Paul Mackenzie, fue detenido el 14 de abril a raíz de un aviso que sugería la existencia de fosas poco profundas con los cadáveres de al menos 31 de sus seguidores.
“El número de muertos asciende ya a 73 personas”, declaró a Reuters por el detective jefe de Malindi, en el condado de Kilifi.