Leópolis (Ucrania).- El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha presentado sendas propuestas en el parlamento del país para que los diputados ratifiquen en votación las destituciones de la fiscal general, Iryna Venediktova, y del jefe del Servicio de Seguridad, Ivan Bakanov, a los que cesó el pasado 17 de julio.
Según la Constitución de Ucrania, el presidente carece de los poderes para despedir a los dos funcionarios por sí solo, y su destino se decidirá mediante una votación parlamentaria, asegura este martes el medio local The Kyiv Independent.
Andriy Smyrnov, jefe Adjunto de la Oficina del Presidente, explicó al hablar de los ceses que la decisión del mandatario no significaba la destitución de los funcionarios y que se llevarían a cabo verificaciones oficiales, después de lo cual el presidente decidiría si presenta una moción apropiada en el parlamento, algo que ha hecho en las últimas horas.
La decisión de Zelenski representó la mayor remodelación de su gobierno llevada a cabo desde el inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero y ha afectado a dos personas muy ligadas a su carrera política.
Al comunicar los ceses, Zelenski informó de que más de 60 empleados de la oficina del Fiscal y del Servicio de Seguridad de Ucrania que eran dirigidos por los cesados permanecieron en los territorios ocupados y «trabajan contra nuestro estado».
El gobernante dijo además que se habían detectado conexiones entre fuerzas de seguridad ucranianas y los servicios especiales de Rusia, lo que «constituía un crimen contra los cimientos de la seguridad nacional».
Según el medio local, el mandatario aseguró que «se han registrado 651 procesos penales por alta traición y colaboración entre empleados de fiscalías, órganos de investigación previa al juicio y otros organismos encargados de hacer cumplir la ley”.
“Tal conjunto de crímenes contra la seguridad nacional y las conexiones entre los empleados de los servicios secretos ucranianos y rusos plantean preguntas muy serias sobre el liderazgo de estas agencias”, agregó Zelenski.
Venediktova ha sido fiscal general desde marzo de 2020. Ha sido criticada repetidamente por activistas anticorrupción y los medios de comunicación, quienes señalan su incapacidad para procesar casos de alto perfil y el papel de su oficina en el sabotaje de investigaciones de corrupción contra personas cercanas a Zelenski, incluyendo miembros de su partido y administración, cita The Kyiv Independent.
Mientras, Bakanov, amigo de la infancia y antiguo empleado de Zelenski, fue nombrado en agosto de 2019. Antes de convertirse en jefe del Servicio de Seguridad (SBU), Bakanov no tenía experiencia en el servicio público ni en las fuerzas del orden. Era abogado y alto directivo de la compañía de entretenimiento creada por el mandatario y llamada Kvartal 95.
Los activistas anticorrupción ven los cambios en la Oficina del Fiscal General y el Servicio de Seguridad como un probable intento de proteger a los funcionarios corruptos en lugar de combatirlos.
Tanto Symonenko como Maliuk, las personas que ahora están a cargo de dirigir las agencias, tienen antecedentes controvertidos y no son conocidos por ser fuertes partidarios de las reformas.
Ambos son cercanos al subjefe de personal de Zelensky, Oleh Tatarov, según fuentes policiales entrevistadas por Kyiv Independent. Tatarov es el funcionario más notorio de la administración que fue sospechoso de corrupción antes de que la oficina de Venediktova arruinara el caso en su contra en 2020-2021.