Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Las mujeres son alguien a las cuales muchas veces quisiéramos…..bueno no sé qué, pero cuanta falta nos hacen en nuestra vida diaria, que triste y aburrida seria la vida sin ellas. Por eso cuando leo en los periódicos o veo en las noticias el abuso físico y el maltrato a la que muchas veces están expuestas algunas de ellas por parte de hombres sin escrúpulos, me da una tristeza y un dolor inmenso.
Cuando leo o veo estas cosas siempre pienso en mi madre, en mi hermana, en mis primas, y me pregunto: ¿Me gustaría a mí que esto le sucediera a una de ellas? No lo creo es por eso que me da tanto dolor cuando le sucede a otras.
¿Nosotros los hombre hacemos un esfuerzo enorme para ser ricos, total para qué? ¿Queremos llegar a ser famosos, para qué? ¿Nos desplomamos haciendo ejercicios, para total para qué? Ciertamente aunque no queramos reconocerlo somos un poco vanidosos. Y para lo único que muchos de nosotros no queremos esforzarnos casi nada es para querer comprender a la mujer, saber que somos seres distintos, que Dios nos hiso así para complementarnos el uno al otro, ¿se imaginan si nos hubiera hecho Dios iguales?
Ciertamente aunque pensemos que no, las mujeres son el objetivo de cada uno de nosotros los hombres. Lo que quiero decir es que nosotros los hombres vivimos en función de las mujeres. Vivimos y pensamos en las mujeres buena parte del día, toda la vida.
Si las mujeres no existieran, el mundo no hubiera avanzado. Ningún hombre hubiera hecho nada en la vida para impresionar a otro hombre, para conquistar a otro ser igual a él, con un bigote, pelo corto y todo lo demás que tenga su parecido. Un mundo solo con hombres sería un gran error. Hay una frase muy antigua que dice: “Detrás de cada hombre exitoso, hay una gran mujer”, para mí este dicho está un poco pasado de moda, yo diría: “Delante de cada hombre exitoso, hay una gran mujer” En la gran mayoría de los casos son las mujeres las que nos impulsan a hacer las cosas. Son ellas las que deciden la compra del apartamento, el color del auto nuevo que vamos a comprar, la película que vamos a ir a ver, escoger el lugar donde iremos de vacaciones, y así muchas otras cosas más, la mujer debe ser la vela o el motor que impulsa al hombre.
Si tú que estás leyendo en estos momentos este escrito intentas imaginarte la vida sin una mujer, ¿Ya la imaginaste? Una vida en la casa, donde trabajas, en la calle….solo hombres. Una vida sin mama, sin novia, sin esposa, inclusive sin suegra, en fin un mundo sin incentivo alguno.
Te voy a mencionar algunos motivos por los cuales los hombres necesitamos y gustamos tanto de las mujeres: El perfume de ellas es siempre lindo, aunque sea solo su shampoo. La manera en que ellas siempre encuentran un lugarcito en nuestro hombro. Lo fácil que cabe en nuestros brazos. Como son de encantadoras cuando comen.
Llevan horas para vestirse, pero al final lucen bellas y vale la pena. Siempre tienen frio aunque afuera este haciendo un tremendo calor. Siempre lucen hermosas, inclusive cuando tienen puesto un jean con un polo shirt y su cabello con una cola de caballo. Lo lindas que son cuando discuten. El modo que tienen y como se las arreglan para encontrar nuestra mano. El brillo que destellan sus ojos cuando nos sonríen. Oír el mensaje de ellas en el contestador automático del teléfono después de una pelea. La forma que tienen de decir: “Porque no dejamos de pelear tanto”. La ternura con la cual nos besan después que le hacemos un regalito. La forma en que nos acarician cuando le decimos “yo te amo”. La forma que tienen para descansar en nuestros brazos cuando lloran por algún motivo. La forma que tienen para pedir disculpas por haber llorado por alguna tontería. La forma en que dicen te extraño. Como las extrañamos cuando están lejos. La manera en que con sus suplicas y dulzura tienen para hacernos cambiar de idea.
Bueno, ya te dije una cuantas ideas del porque los hombres gustamos y necesitamos tanto a las mujeres, y que sin ellas no podemos vivir aunque a veces decimos que no es cierto, pero eso es solo de boca para afuera.
Por eso y por muchas cosas más, bendita seas mujer, bendita seas porque fuiste santa, dócil, humilde, una mujer que supo responder al llamado de Dios con un sí, una mujer con MAYUSCULA que por sus cualidades fue escogida por El para ser la madre de Nuestro Salvador y Redentor Jesús. Bendita tu María gran ejemplo para todas las mujeres.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.