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Batalla Electoral 2024

“The Lame Duck”

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En los países angloparlantes desarrollados acostumbran llamar “lame duck” al funcionario que está llegando al final de un mandato y la Constitución le impide repostularse. La traducción literal sería “pato lisiado” significando que, por sus limitaciones, el ave no puede mantenerse vinculado a la bandada y los cazadores priorizan sus disparos contra éste. La tendencia de esos “patos lisiados” es la de sufrir una disminución de su poder político, ya que los funcionarios y el pueblo se sienten menos atraídos a colaborar con alguien sin futuro político inmediato.

Ha sido costumbre del “pato lisiado”, tomar decisiones impopulares que sólo benefician a su grupo íntimo. Ejemplos de reprobables acciones tomadas el último día del mandato fueron las de Bill Clinton, quien emitió 140 indultos a vinculados con su ejercicio político, el perdón al confeso terrorista coronel Oliver North y la liberación del terrorista Posada Carriles  por la presidenta Mireya Moscoso de Panamá.

La historia reciente dominicana ha tenido cinco casos en los que se ha desarrollado el período del “pato lisiado”. Estos fueron: la transición de Bonnelly a Bosch en 1962-1963, la de Balaguer a Guzmán en 1978, la de Guzmán a Jorge Blanco en 1982, la de Jorge Blanco a Balaguer en 1986 y la de Leonel a Hipólito en 2000. Cada uno tuvo sus características propias.

Cuando Bosch resulta electo en diciembre de 1962, de inmediato los oligarcas derrotados pusieron en marcha la maquinaria para su derrocamiento. El genocidio de Palma Sola, realizado por el Consejo de Estado a través de la Policía y el Ejército, trataba de crear un caos nacional. Esta matanza aceleró la salida de Bosch hacia el exterior a negociar préstamos, quien no retornó al país sino hasta las vísperas de su toma de posesión. Bonnelly y sus compañeros del Consejo de Estado aprovecharon la transición para otorgar a la Esso Standard Oil la concesión de una refinería de petróleo, darle autonomía al Banco Central y cercar a la Universidad estatal con tropas militares.

En 1978, durante la transición, Balaguer trató de desconocer el resultado de las elecciones. Con “Vincho” Castillo a la cabeza, falsificó una Gaceta Oficial y robó cuatro senadurías para tener mayoría en el Senado. En su afán de perpetuarse, inauguró todas las obras que pudo, aunque no estuvieran terminadas. Para colmo, ofendió el patriotismo trasladando los restos de Pedro Santana al Panteón Nacional.

En 1982, el Presidente electo Salvador Jorge Blanco hostigó sin piedad al presidente Guzmán hasta inducirlo al suicidio. El vicepresidente Majluta asumiría la Presidencia por 43 días y provocaría otra crisis al emitir cheques millonarios, sin justificación, a sus íntimos asociados.

En 1986, las irracionales luchas internas del PRD y la falta de  solidaridad del presidente Jorge Blanco con sus propios compañeros provocaron que Balaguer retornara al poder. Fue tal el rencor contra Majluta y Peña Gómez que prefirió triunfara su enemigo, para lo que creó una Comisión de Asesores Electorales que sustituiría a la Junta Central Electoral y facilitaría la victoria de Balaguer

En el 2000, Leonel Fernández no hizo resistencia alguna a la transición hacia Hipólito Mejía, quizás debido a que el candidato del PLD, Danilo Medina, no logró el apoyo necesario y se rindió sin aprovechar la segunda vuelta. Además, el pueblo votante no había quedado satisfecho con el gobierno de Fernández.

Tomando en cuenta la excesiva valoración que hace el Presidente de sí mismo, habría que imaginar cómo reaccionará su narcisismo ante la inevitable pérdida gradual del poder político. Ahora sólo nos queda una selección múltiple para adivinar cómo podría ser este período del “pato lisiado”, la caverna de pesadillas que tanto ha temido Leonel Fernández.

¿Hará excesivas concesiones de última hora a sus empresarios predilectos, como hizo Bonnelly en 1962?

¿Emulará a Clinton indultando banqueros encarcelados que estuvieron íntimamente vinculados a él?

¿Inaugurará lo ya inaugurado para fortalecer la imagen futura de gran constructor como Balaguer en 1978?

¿Preferirá la victoria de sus enemigos antes que la victoria de Danilo Medina, tal como hizo Jorge Blanco contra Majluta en 1986?

¿O manipulará la candidatura presidencial de su esposa para quedarse en el poder sin repostularse?

¿Elegirá alguna de estas opciones? ¿O todas las anteriores?

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