Sentí vergüenza ajena al leer que la vocera del presidente Abinader impidió que periodistas recibieran respuestas a sus preguntas al ministro de Defensa y al director de la Policía durante una conferencia de prensa. Esta nueva demostración del particular estilo farandúlico de la “comunicadora” Milagros Germán debería preocupar muchísimo a toda la prensa. Quizás pocos protesten o reseñen este ominoso abuso.
Es bueno rememorar cómo Juan Bolívar Díaz, el periodista independiente que está de embajador en España, preguntaba con desenfado a Balaguer sobre abusos de militares durante los doce años. O cómo Antonio Guzmán respondía siempre mis molestosas preguntas. ¿Recuerda alguien algún director de prensa con tan pobre desempeño como esta Diva?
Es triste que una presentadora exitosa en su área de la comunicación (el entretenimiento en espectáculos de variedades) aplome tan ligeramente en un cargo tan sobrio, que requiere de otras destrezas y aptitudes aparte de ser chévere. Si la estrategia del gurú Vengoechea es quemarla como pararrayos, entonces bien. Si no, Luis merece una mejor vocera, profesional, capaz, creíble.
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