Bangkok.- Las fuerzas de seguridad birmanas han arrestado al menos 18 voluntarios médicos por prestar asistencia sanitaria a medio centenar de disidentes heridos o enfermos en una clínica clandestina en una iglesia, indicó este miércoles la prensa oficialista de la junta militar en el poder.
Según el periódico Global New Light of Myanmar, las fuerzas de seguridad arrestaron a dos médicos, dos practicantes, cuatro enfermeras y diez ayudantes de enfermería tras descubrir su clínica en la catedral de Christ the King en Loikaw, al este del país.
Los soldados encontraron en la clínica ilegal, denominada Garuna y equipada con un quirófano, a 13 clérigos, incluido el obispo, 13 monjas y a los 18 voluntarios médicos que atendían a 48 pacientes «de organizaciones terroristas», incluidos siete contagiados por la covid-19.
Al menos los dos doctores y las cuatro enfermeras habían participado en el Movimiento de Desobediencia Civil que desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero tratan de paralizar el sistema público para presionar al régimen impuesto por los militares.
El periódico indicó que «se tomarán medidas bajo la ley» contra los médicos y enfermeras y señaló que los heridos, de cuya supuesta actividad delictiva no dio ningún detalle, fueron trasladados a un hospital de la misma localidad.
La junta militar ha intimidado a los médicos disidentes desde que tomó el poder en febrero y ha procesado a decenas de ellos de violar el artículo 505 (b) del Código Penal, que castiga acciones que propaguen el miedo, la difusión de noticias falsas o que inciten a alguien directa o indirectamente a una ofensa criminal contra un empleado gubernamental.
El golpe de Estado militar del pasado 1 de febrero sumió a Birmania en una profunda crisis política, social y económica y abrió una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), dos millones de personas necesitan asistencia humanitaria de emergencia en Birmania a raíz del golpe de Estado.
El Ejército justifica el golpe de Estado del 1 de febrero por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales del pasado noviembre, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Suu Kyi arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.
Al menos 1.291 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados desde el golpe, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos, según los partes diarios de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también cifra más de 10.000 los opositores detenidos.
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