En estos tiempos tan difíciles y complejos mantener un matrimonio por mucho tiempo sin que el fantasma del divorcio y la incomprensión estén merodeando, es casi una misión imposible. Por eso, siento una gran satisfacción y una profunda alegría porque el pasado miércoles 19 de diciembre mi esposa Zinayda y yo cumplimos 25 años de feliz matrimonio.
Mucha gente nos pregunta cuáles han sido las claves lograr que nuestra relación que se haya mantenido firme y haya podido superar todas las dificultades lógicas que se presentan.
En un encuentro que realizamos esta semana con nuestros familiares y amigos entregamos un pequeño folleto donde decíamos las diez claves que nos han permitido llegar a este feliz 25 aniversario.
Esas claves han sido las siguientes: 1ero. Poner a Jesús como centro de nuestra relación: Hemos aprendido que somos dos personas imperfectas, con muchas debilidades y que nosotros solos no podemos conducir el matrimonio con eficacia si nos confiamos solo en nuestras fuerzas.
2do- Orar juntos todos los días por nuestro matrimonio y nuestra familia. Al inicio de cada día oramos juntos y le pedimos a Dios que nos mantenga bien y en orden.
3ero- Respetarnos el uno al otro. Hacemos todo el esfuerzo para nunca faltarnos el respeto ni de palabra ni de hecho y nunca discutimos delante de nadie. Cuando tenemos algún inconveniente lo discutimos nosotros solos delante de Dios.
4to- Saber escuchar y estar dispuesto a ceder. Hemos decidido que debemos escuchar al otro, sin interrumpirlo ni querer interpretarlo. Si alguno de nosotros siente que debe decir algo en torno a la pareja, el otro debe siempre estar dispuesto a escucharlo, a darle importancia. Y siempre estar dispuesto a ceder. El matrimonio es un espacio para concertar, para ceder, no para imponer.
5to- Mantener una comunicación permanente. Hemos comprendido que debe existir entre nosotros un lazo permanente de comunicación e información. También que entre nosotros debe haber una confianza plena. El mejor amigo o amiga de cada uno de nosotros debemos ser nosotros mismos. Nadie conoce mejor a un marido que su esposa, ni a una esposa que su marido.
6to- Dedicarle tiempo de calidad a la pareja. Hemos sabido compartir juntos, dedicarnos tiempo para divertirnos juntos, para invertir en nuestra relación. Ese tiempo es de calidad, dedicados el uno al otro.
7mo- Tener transparencia en todo. Hemos aprendido a no ocultar nada, ninguna situación o información que afecte a la relación. Y cuando decimos todo incluímos también el aspecto económico.
8vo- Darle valor a la pareja. Hemos aprendido a sentirnos bien con los éxitos de nuestra pareja, a no sentir celos profesionales ni envidia por algo que logró nuestra pareja, por el contrario, hemos aprendido a estimular, celebrar y apoyar las cosas que logra nuestra pareja.
9no- Compartirlo todo, sin excepciones. No puede existir un amigo particular de cualquiera de nosotros que no sea amigo también del otro, porque eso lleva a situaciones de desavenencias que se reflejan en la armonía de la relación. 10mo- Darle valor a los pequeños detalles. Las grandes cosas están definidas por los pequeños detalles que las conforman. El dar un beso de despedida todos los días cuando nos vamos al trabajo, el dar una llamada para simplemente decir «te amo», el regalar una rosa, un chocolate o un poema sin que exista una razón especial, no olvidar nunca los cumpleaños, los aniversarios de bodas o cualquier otra fecha importante de la relación, son pequeños detalles que hacen cada vez más grande y más fuerte la relación de amor que nos une.
Euri Cabral
Es Comunicado y Economista
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