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Batalla Electoral 2024

52 aniversario de Abril y dictadura morada

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La gesta libertaria más importante del siglo XX cumple ya cincuenta y dos años de historia y de aleccionadoras enseñanzas.

La etapa transcurrida después de la brutal intervención militar estadounidense, que cortó violentamente la insurrección popular victoriosa, hablan tanto del sentido de justicia de esa epopeya singular como de la imposición del coloniaje y los sucesivos gobiernos fabricantes de pobreza, corrupción y perversión política… hasta llegar -luego de la criminal dictadura balaguerista y los gobiernos antinacionales y corruptos del PRD y el PLD- a este Estado putrefacto, sobre el que se construido la actual dictadura institucional peledeísta asociada a una clase capitalista gansterizada.

Pero por fin ese largo  ciclo de esa cruel contrarrevolución, estabilizada a sangre y fuego -a duros golpes de  corrupción, saqueo, engaño, seudo-democracia y trampas también- presenta ya serías señales de decadencia y esperanzadores síntomas de declinación y descomposición del sistema de partidos e instituciones por ellos controladas (Gobierno Central, Congreso, Alcaldías, Sistema Judicial, PN, FAD, PRSC, PRD-PRM PLD…); lo que abre mejores perspectivas a los cambios postergados.

La emergencia impetuosa de Marcha Verde es una clarinada que pone al desnudo el repudio popular a los engendros de esa contrarrevolución, corroe la estabilidad del régimen vigente y crea una nueva oportunidad para el nacimiento de lo nuevo.

El ascendente tsunami verde ha evidenciado en grande que el fin de la impunidad es inseparable del fin del sistema de corrupción judicialmente blindado, lo que solo es posible –dada  la ausencia de vías institucionales y electorales confiables- ejerciendo la democracia de calle hasta desplegar un nivel de movilización que le impida gobernar a la corrupta dictadura morada y  obligue a dimitir a los gobernantes actuales.

Hoy es más fácil entender que frente a una Constitución como la del 2010, que facilitó  establecer una institucionalidad dictatorial, imponer presidentes delincuentes, convertir el sistema judicial en vergüenza nacional, anidar corrupción en todos las entidades del Estado, saquear las riquezas naturales, privatizar lo público y lo social, clientelizar y corromper la política, negar democracia real y soberanía…es imprescindible retomar con vigor la propuesta de una Constituyente Popular y Soberana que posibilite la creación de una nueva Constitución inspirada en la Constitución de 1963 y en los ideales renovados de la gesta de abril de 1965.

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