Ciudad de Panamá.- «Cuando hay mucha rapidez o interés en aprobar un contrato, investigue». Esa es una de las lecciones que han dejado los escándalos de corrupción que se han sucedido en los últimos años en América Latina, a juicio del presidente de la Federación Latinoamericana de Fiscales, el costarricense Ronald Segura.
Aunque el caso de la constructora brasileña Odebrecht ha sido el de mayor alcance, con una decena de países de la región implicados al más alto nivel de gobierno en el cobro de coimas o sobornos, otros ejemplos demuestran «que efectivamente (…) en toda Latinoamérica, donde hay grandes contratos de obra pública, hay temas de corrupción», afirmó en declaraciones el también fiscal anticorrupción de Costa Rica.
El pago de sobornos «ya se ha convertido en una forma de asegurarse grandes contratos de presupuestos públicos y favorecer, la mayoría de veces, a los gobiernos de turno, porque también están involucrados desde presidentes hasta ministros», señaló el fiscal costarricense.
«Entonces, no se puede ser ingenuo y pensar que no van a volver a suceder», dijo Segura, quien participó junto a colegas de Perú y Panamá este miércoles en un foro anticorrupción desarrollado en la capital panameña.
Odebrecht protagonizó el escándalo de corrupción más grande del continente y admitió en 2016 ante las autoridades de EE.UU. haber pagado millones en sobornos en una docena de países, casi todos en Latinoamérica, por lo que se le impuso una multa de 2.600 millones de dólares.
A juicio del presidente de la Federación Latinoamericana de Fiscales, una primera lección que han dejado estos casos es que «la corrupción no solo es pública, sino que hay un componente privado».
«Segundo, que cuando usted pueda observar mucha rapidez o interés en aprobar un contrato, investigue, porque normalmente eso tiene sus trámites, sus procesos y a veces cuando los gobiernos quieren aprobar algo muy rápido, que pase por el Congreso, es porque hay algo que no se puede presentar bien a la sociedad», afirmó.
Otra enseñanza, dijo el fiscal anticorrupción, es «que a menor transparencia mayor corrupción», porque «la opacidad genera y permite la corrupción».
La manera de operar de la corrupción es bastante homogénea no solo en América Latina, sino en otras latitudes, porque «muchas veces ya es una forma de hacer negocios a nivel internacional», afirmó Segura.
«Las empresas tienen una forma de hacer su lobby (…) y de esa forma saben a quién tienen que darle algún tipo de coima o de soborno para hacerlo», explicó.
Se está entonces ante un funcionamiento que «es muy similar, pasa en Costa Rica, pasa en Estados Unidos, pasa en Europa. El modelo de administración pública siempre ha tenido corrupción».
Para «prevenir a futuro mayores actos» de corrupción hay que «luchar por datos abiertos, por transparencia, por intercambio de información, lo que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) llama jurisdicciones cooperantes», aseveró Segura.
El fiscal anticorrupción también valoró como «fundamental» el papel de los medios, especialmente el periodismo de investigación, como los papeles de Panamá y Pandora, «donde han sido corporaciones de prensa las que han logrado filtrar la información».
Segura señaló la necesidad de que la prensa no solo se interese en estos temas, sino que se defienda su carácter independiente y se proteja a los periodistas.
«Es necesario recuperar la prensa independiente, muchos medios comunicación están en manos de los grupos económicos que incurren en ese tipo de conductas (corruptas) y ahí se pierde mucho la posibilidad de tener una información veraz para la ciudadanía», afirmó.
Y hay que proteger a los periodistas: «Hemos tenido asesinatos de periodistas en países como México, Colombia, y eso tiene que llamar la atención porque una forma de proteger esa opacidad (que permite la corrupción) es limitando a los medios de prensa», añadió Segura.
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