Cientos de venezolanos arropan al diputado chavista Serra en su entierro

Desde su salida del Salón Elíptico de la Asamblea Nacional, donde se instaló la capilla ardiente el jueves, los féretros viajaron cubiertos de la bandera venezolana y entre gritos de «¡Viva Chávez, viva Robert Serra!» por parte de los simpatizantes.

En su recorrido por el oeste de la ciudad estuvieron acompañados en distintos momentos por, entre otros, el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, y el vicepresidente del Gobierno, Jorge Arreaza.

A su llegada al camposanto, y bajo una suave lluvia, se les unió el jefe del Ejecutivo, Nicolás Maduro, junto con su esposa, Cilia Flores, así como gran parte del tren ministerial y diputados de la bancada oficialista.

Maduro, que hizo acto de presencia entre gritos de «justicia» por parte de los ciudadanos presentes, saludó cariñosamente a los familiares de los fallecidos y no pudo contener las lágrimas durante la entonación del himno del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) del que es también presidente y del que formaba parte Serra.

«Uno de los hombres más queridos» y «más valiosos» de la juventud del PSUV fueron algunos de las palabras que dirigió el presidente del Gobierno al joven diputado fallecido y aseguró que tanto su muerte como la de su compañera fue una «decisión criminal de las mentes del fascismo»

Informó de que los autores materiales ya fueron identificados y que las fuerzas de seguridad están detrás de ellos, al tiempo que aseguró que las mentes que supuestamente idearon el plan para acabar con Serra y Herrera están fuera de Venezuela.

«Por las informaciones que manejo, apuntan hacia Colombia y la banda de criminales que ha dirigido toda la vida el expresidente Álvaro Uribe», aseguró, al agregar que también «apuntan hacia Miami y la banda de criminales que es protegida por el Gobierno de Estados Unidos y que ha estado vinculada al asesinato de hombres valientes y honorables».

El diputado Robert Serra, de 27 años, fue asesinado junto a una mujer identificada como María Herrera la noche del miércoles en su residencia ubicada en el oeste de Caracas, un hecho que las autoridades han asegurado que obedece a «una macabra encomienda» y que fue planificado al detalle.

Según la información facilitada entonces por el ministro de Interior, Miguel Rodríguez Torres, el hecho fue cometido en un intervalo de entre 15 y 20 minutos, y ambos fueron asesinados con un arma punzante.