Buenos Aires.- La sostenibilidad en el mundo de la aviación que, más allá del impacto medioambiental, incluye cuestiones como su aporte socioeconómico o la creación de lazos culturales, fue el eje de un debate celebrado este martes en Buenos Aires.
En el EFE Fórum Aviación «Turismo y conectividad: el reto de ser más eficiente y sostenible», organizado por la Agencia EFE en colaboración con Iberia, el sector aéreo, que es responsable de entre el 2 y 3 % de las emisiones de CO2 globales, señaló estrategias como el uso de combustibles sustentables para reducir su huella de carbono o su contribución al PIB de los países que conectan para cumplir con el compromiso al 2050 de lograr emisiones netas cero.
«Es un gran desafío y es un esfuerzo enorme para lograr», dijo la titular de la Administración Nacional de Aviación Civil de Argentina (ANAC), Paola Tamburelli, quien reconoció que ese reto «es muy difícil» de lograr.
Combustibles alternativos
Tamburelli explicó que el uso de los combustibles alternativos (SAF, por sus siglas en inglés), que se obtienen a partir de residuos, algas, azúcares, grasas o aceites vegetales, hidrógeno y de la captura de carbono, es «el pilar fundamental» para poder cumplir los objetivos de sustentabilidad, porque permite reducir en un 65 % la emisión de carbono.
La producción de SAF está muy por detrás de los 449 mil millones de litros que se necesitan, dijo Tamburelli en el evento celebrado en el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA), con la presencia de la embajadora de España en Argentina, María Jesús Alonso, y del consejero de Cultura, Roberto Varela.
«Tener acceso al SAF sería una gran solución, pero en este momento el SAF es un recurso limitado», coincidió Marina Colunga, directora comercial para América Latina de Iberia, empresa que se ha comprometido para 2030 a alimentar el 10 % de sus aviones con SAF.
«Las tecnologías sostenibles están más desarrolladas a seguir desarrollando el SAF que a otras alternativas», explicó Colunga, al recordar que la aerolínea española invirtió 900 millones de euros para obtener SAF para 2030, «pero queda un camino por recorrer».
«No hay llave mágica», señaló, al tiempo que destacó que «se puede ir corriendo con pequeñas acciones o acciones puntuales y concretas que se suman en el largo plazo».
En ese sentido, Colunga recordó que Iberia ha renovado su flota y ha mejorado la experiencia de vuelo para reducir el impacto ambiental, mediante digitalización, reducción de plásticos de un solo uso en las cabinas y desperdicios de alimentos.
«La sustentabilidad es una estrategia que se vive transversalmente dentro de Iberia», dijo la representante de Iberia, quien recordó que en 2019 y 2022 ha sido reconocida como la aerolínea con más reducción de su huella.
Puente
La compañía española, que vuela sin interrupción desde 1946 entre Europa y América Latina, entiende que también hay que contabilizar en el concepto de sustentabilidad la contribución de Iberia a las economías que conecta: «Hay distintas maneras de medir la sostenibilidad», dijo.
«El objetivo es seguir contribuyendo a las economías de las formas más sostenibles», aseveró y destacó el «impacto que tiene la aviación para las comunidades», porque «cuando hay conectividad, hay empleo», «la contribución a la economía sube», «al PIB de los países mejora», hay «más oportunidad de aportar» en riqueza cultural.
La ruta Madrid-Buenos Aires, que cuenta con dos vuelos diarios, generó en 2022 12.500 puestos de trabajo, transportó 10 toneladas de carga entre España y Argentina, facilitó 77 mil viajes de trabajo, aportó cerca de 200 millones de euros al PIB turístico de ambos países, ejemplificó.
Sinergia
Para Iberia, España es uno de los países de la Unión Europea con mayor potencial para la producción de SAF, en tanto Tamburelli recordó un proyecto de biomasa con hoja de palma que busca asentarse en Paraguay, Brasil o Argentina.
«Sin compromiso público y privado» o «si no hay sinergia de los dos sectores es imposible», señaló el responsable de la Comisión de Transporte Aéreo de la Federación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (FAEVYT), Marcelo Marchetti.
Respecto de los usuarios, Marchetti contó que en Argentina se está «empezando a tomar conciencia» del impacto ambiental del turismo.
Esa conciencia no se observa en el turista «en el momento de la venta», sino que «empieza a haber mucho ojo y mucha sensibilidad al momento de viajar, de llegar al destino, a quién comprar la artesanía, al momento de entrar a un parque nacional», explicó Marchetti.
En el viaje corporativo, «empieza a haber una conciencia mucho más clara», contó el experto, porque las empresas a fin de año informan a la casa matriz cuántos kilómetros viajó la compañía en el país para que pueda tomar acciones para hacer nulo ese consumo.
La FAEVYT, que reúne a 5 mil agencias de turismo en Argentina, presentará su primer manual de sostenibilidad en el próximo congreso.
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