Sídney (Australia).- El aeropuerto internacional de Vanuatu, en Port Vila, anunció este sábado que retoma a partir de mañana sus vuelos comerciales tras permanecer varios días cerrado por los daños causados por el terremoto de magnitud 7,3 que azotó el martes el archipiélago.
«Tras una serie de consultas con todas nuestras agencias aeroportuarias, nos complace anunciar que reabriremos el Aeropuerto Internacional de Port Vila a las operaciones de aerolíneas comerciales desde el domingo», apuntan en Facebook el organismo regulador del tráfico área de esta nación.
Vanuatu aún trabaja en recuperar la normalidad en varios servicios, como el suministro eléctrico, de agua o las comunicaciones, tras el potente sismo que ha dejado al menos 12 muertos, conforme al último comunicado de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El departamento de Recursos Acuáticos indicó hoy en las redes sociales que tres días después del movimiento telúrico ha distribuido más de 80,000 litros de agua potable, la mayoría entre los habitantes de la capital, la ciudad más impactada.
Mientras, la ayuda internacional continúa llegando. Dos aviones de las Fuerzas Aéreas de Australia tienen previsto viajar hoy a Vanuatu cargados con alimentos, tiendas de campaña, generadores y equipos sanitarios, entre otros.
El gobierno de la nación oceánica, indicó un comunicado, ya repatriado a unos 500 australianos que solicitaron volver al país a raíz del desastre.
Casi todas las compañías de comunicaciones telefónicas han podido restablecer sus servicios, mientras que conectarse a internet sigue siendo complicado, salvo por conexión satelital.
«Los servicios de Internet no funcionan en Efate, lo que complica los esfuerzos de coordinación«, apunta la OCHA en referencia a la isla donde se asienta Port Vila.
El Gobierno declaró la noche del martes el estado de emergencia hasta el 24 de diciembre, que servirá para atender con mayor celeridad el desastre.
El sismo ocurrió a las 12:47 hora local (01:47 GMT) del martes, con el epicentro localizado unos 30 kilómetros al oeste de la capital de Vanuatu y a una profundidad de 57,1 kilómetros bajo el lecho marino, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El archipiélago de Vanuatu, con unos 250,000 habitantes, está situado cerca del llamado Anillo de Fuego del Pacífico y de los volcanes submarinos de la Cuenca de Lau, por lo que registra habitualmente sacudidas de origen sísmico.
«Como en Vanuatu estamos acostumbrados a los temblores de tierra que son muy corrientes, los edificios ya se construyen para hacer frente a este problema. Es la razón por la que en Port Vila, siendo como ha sido un terremoto tan fuerte, no ha habido más desgracias. La mayoría de los edificios han resistido», apuntó en un correo electrónico a EFE el sacerdote español Antonio López.
El religioso, a quien el terremoto le sorprendió fuera del país, precisó que él normalmente se encuentra en la isla de Tanna, a unos 200 kilómetros al sur de Port Vila, donde también se notó el fuerte temblor «sin mayores consecuencias».
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