Agenda de crisis
Las visitas que hizo el pasado jueves el presidente Luis Abinader a los partidos de la Liberación Dominicana, Fuerza del Pueblo y Alianza País, pudiera colocar en pausa el denuncismo alegre que han caracterizado a los incumbentes de la nueva administración gubernamental.
Actualizado: 24 de Julio, 2025, 05:07 PM
Publicado: 05 de Septiembre, 2020, 10:30 AM
Las visitas que hizo el pasado jueves elpresidente Luis Abinader a los partidos de la Liberación Dominicana, Fuerza delPueblo y Alianza País, pudiera colocar en pausa el denuncismo alegre que han caracterizadoa los incumbentes de la nueva administración gubernamental.
El objetivo enunciado ha sido el deprocurar unidad para hacer frente a la pandemia de Covid19, pero también seabordaron los desafíos para el próximo año escolar, la crisis económica y la escogencia de una nueva JuntaCentral Electoral.
Restan no menos de ocho meses de durobatallar con la pandemia hasta que aparezca una vacuna que el gobierno seprograma para adquirir en grandes partidas, pretendiendo llegar hasta diezmillones, según expuso el presidente Abinader; en el ínterin, muertes,contagios, afectación de la actividad productiva y una convivencia socialdistinta a la experimentada a lo largo de la existencia, dominarán la escena.
El Partido de la Liberación Dominicana ylas otras dos fuerzas visitadas hicieronel compromiso de no politizar la pandemia y de apoyar todas las acciones que selleven a cabo para combatirla.
Sobre el desafío de la educación también serequirió colaboración. No hay la posibilidad de enseñanza presencial para elaño lectivo inmediato, y las de las clases a distancia, a través de la internet,están muy limitadas. No disponemos de la capacidad de banda ancha para que másde dos millones de estudiantes estén conectados a la vez consumiendo audio y video;tampoco los equipos ni las posibilidades de adquirirlos en poco tiempo, ni lacapacitación del personal docente, ni el acompañamiento que sería necesario enmuchos hogares donde padre y madre trabajan, o los monoparentales, donde por logeneral sólo están las madres, obligadasa salir a buscar la subsistencia.
En esa materia, el presidente Abinadersolicitó la colaboración de técnicos de las fuerzas con las que dialogó y éstasse comprometieron a hacerlo.
Pero si son de grandes preocupaciones elCovid19 y el año escolar, más cerca de colapsar que de completarse, no menosgrave es la situación de la economía. El presupuesto complementario reciénaprobado conlleva una demanda de financiamiento por más de tres mil millones dedólares, pero inmediatamente hay que embarcarse en los desafíos del proyecto depresupuesto del 2021 que no puede concebirse sin un nivel de endeudamientoastronómico.
Inevitablemente el país tiene que procurarun entendimiento con el Fondo Monetario Internacional, que por más flexible queresulte, impone condicionamientos muy difíciles de cumplir en una etapa en quemás del millón de dominicanos que habían salido de la pobreza por las políticassociales de los últimos años, estánsiendo devueltos de regreso a las precariedades anteriores; los empleosproductivos tardarán largo tiempo en volver a la dinámica que llevaban antesdel Covid19.
No hay que ser mago para pregonar que eldescontento de los más afectados se hará sentir, y pronto tendremos un desbordede reclamos que las condiciones de la economía impedirán satisfacer.
La madurez y la inteligencia del políticosiempre han sido claves para el mantenimiento de la gobernanza, pero ahora sehacen imprescindibles. El gobierno no tiene chance de éxitos sin apelar a la unidady los opositores podrían ser rebasados por la perturbación, sino colocan enprimer plano la contribución a la paz social.
La agenda contra la corrupción es elmás legítimo de los reclamos que sepuedan sustentar, pero debe agotarse con prudencia.
