Islamabad.- Al menos 30 personas murieron y otras 50 resultaron heridas este viernes en un atentado contra una mezquita de la minoría chií durante las oraciones con motivo del día sagrado del islam en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán.
«Hasta ahora 30 cadáveres han sido enviados al hospital», dijo a Efe Asim Khan, un portavoz del hospital Lady Reading de Peshawar, capital de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
La fuente añadió que la explosión, que se produjo durante los rezos del viernes, dejó también «más de 50 heridos, incluyendo varios en condición crítica».
La Policía había informado en un principio de una decena de muertos, incluyendo varios miembros de las fuerzas de seguridad, y unos 30 heridos, en un ataque en el que participaron varios insurgentes que abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad.
«Al menos dos terroristas abrieron fuego contra dos policías que protegían la mezquita en la puerta y luego entraron», afirmó a Efe el agente Gul Khan, del cuartel general de la Policía en Peshawar.
La fuente explicó que, aparentemente, la explosión se debió a un ataque suicida, al inmolarse con los explosivos que portaban, pero aún no ha sido confirmado.
El atentado produjo daños en el interior de la mezquita, donde había esparcidos por el suelo alfombrado restos de las ventanas, que quedaron destrozadas. También había escombros en el exterior, un barrio con viviendas de estrechas calles.
Mientras, en el hospital al que trasladaron a las víctimas, decenas de personas protestaron por el ataque, según pudo constatar Efe.
La comunidad chií de Pakistán fue ya en el pasado blanco de ataques violentos y atentados terroristas, con más de 2.500 muertos desde 2001, según el Portal de Terrorismo del Sur de Asia, si bien estos crímenes se han hecho esporádicos en los últimos años.
Uno de los peores se produjo en 2019, cuando al menos 20 personas murieron, casi la mitad de ellas pertenecientes a la minoría chií hazara, y 40 resultaron heridas por la explosión de una bomba oculta en un saco de patatas en un mercado en el suroeste del país.
Este ataque fue reivindicado entonces por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que considera a los chiíes apóstatas.
El pasado agosto al menos tres personas murieron y otras 50 resultaron heridas en un atentado contra una procesión chií, con motivo del mes islámico de Muharram, en el este de Pakistán.
La violencia terrorista ha disminuido notablemente en Pakistán desde que el Ejército lanzó una operación en las zonas tribales del noroeste en junio de 2014, que más tarde amplió al resto del país.
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