REDACCIÓN.– El programa culinario de telerrealidad MasterChef ha pedido disculpas por la intoxicación masiva tras una de las pruebas que se organizó en el Oceanogràfic de Valencia.
Una comensal que trabajaba en el acuario, Irene, publicó este lunes en redes sociales que “más de 70 personas acabaron intoxicadas”, cifra que fuentes próximas al Oceanogràfic sitúan en torno a las 40.
Shine Iberia, la productora del programa, emitió un comunicado en el que reconocía lo ocurrido, pero señalaba el carácter insólito del accidente en 11 años de programa: “Desde MasterChef lamentamos mucho la indisposición que manifestaron algunos de los comensales que asistieron a la grabación de nuestro exterior en Valencia […].
Se trata de un caso absolutamente excepcional en estos 11 de años de MasterChef en España, un programa donde es una prioridad absoluta garantizar el cuidado alimentario de las personas que intervienen”.
La prueba en cuestión se emitió el domingo —tras la cancelación el pasado martes de la emisión por la Copa del Rey—, en el cuarto programa de MasterChef 11 y consistía en preparar distintos platos para 120 trabajadores del Oceanogràfic para conmemorar el 20º aniversario del acuario más grande de Europa, situado dentro del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
El menú, de la chef Rakel Cernicharo (un sol Repsol), rendía tributo al mundo marino. Lo cocinaron dos equipos: en el programa son frecuentes estas pruebas en las que los concursantes se dividen en dos grupos, el azul y el rojo, para cocinar tres platos, y siempre hay mucha tensión para conseguir completarlos a tiempo.
El menú estaba compuesto principalmente de marisco y fusionaba la comida india con la mediterránea: se llamó Viaje a La India con clóchina valenciana (la clóchina es una especie de mejillón más pequeño). El primer plato fue una moluscada valenciana (compuesto de ostras, almejas y pesto a base de algas), el segundo un suquet thai de lubina y el postre una tarta de queso japonesa con algas.
Cernicharo advirtió varias veces de que los platos tenían bastantes fallos de elaboración, pero nadie sospechó que alguno de los ingredientes podía estar en mal estado. De hecho, la productora aseguró en el comunicado que “los alimentos fueron analizados en origen con resultados positivos y se garantizó su trazabilidad en todo el proceso, tal y como se informó y documentó a las autoridades sanitarias competentes”. Sin embargo, la comensal denunció que su empresa “informó a MasterChef de lo sucedido”, pero “la cosa no llegó a nada”. Ayer restringió su cuenta de Twitter a sus seguidores.
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