Jartum. – Al menos ocho personas, entre ellas niños, murieron en los últimos dos días en ataques del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) contra el campamento de desplazados de Zamzam, el más grande de Sudán y ubicado al sur de la localidad de Al Fasher, la capital del estado de Darfur Norte.
La Administración del campo de Zamzam denunció en un comunicado que otras 13 personas resultaron heridas en ataques «con artillería pesada de largo alcance», mientras que hizo un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU para que intervengan «urgentemente» para proteger a los desplazados.
Entre los heridos se encuentran seis personas en «estado grave», de acuerdo con la nota, que pidió a los residentes del campamento que «no circulen por las calles principales ni se reúnan en los mercados» para evitar ser alcanzados por los ataques de las FAR, que desde hace meses asedian Al Fasher, el último reducto del Ejército en Darfur.
Por su parte, el gobernador de la región occidental sudanesa de Darfur, Minni Arko Minawi, dijo en su cuenta oficial de X que las FAR han «decidido descaradamente atacar a los residentes del campamento de Zamzam por motivos raciales y étnicos», mientras que calificó estas acciones de «actos criminales cometidos por asesinos».
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) también denunció este lunes que el campo de desplazados internos más grande de Sudán «está siendo atacado con intensos bombardeos» por las FAR desde la tarde del domingo, al tiempo que alertó de que la violencia representa «una auténtica pesadilla» para los residentes de Zamzam.
Según la ONG, que opera en el campo, los ataques están provocando «desplazamientos masivos».
«La situación es caótica: los pacientes y el personal médico abandonan el campo y tratan de huir para salvar su vida», indicó MSF en un comunicado, en el que pidió que se garantice la salida «segura» para las personas que escapan de la violencia.
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