Cracovia.- Los fuertes vientos que azotan Polonia han dejado hasta ahora cinco personas muertas y han llevado a las autoridades a decretar este miércoles el estado de alerta en partes del país donde se esperan vendavales de más de 80 kilómetros por hora, caída de granizo y heladas.
En un parque de la pequeña ciudad de Rabka-Zdrój, un niño de seis años pereció aplastado por un árbol que derribó el viento, y en el centro turístico de montaña de Zakopane otro niño de 9 años y una mujer de 23 murieron en accidentes parecidos, mientras que otras dos personas perdieron la vida en accidentes de tráfico causados por el mal tiempo.
La Protección Civil polaca ha enviado mensajes a todos los teléfonos móviles de las regiones de varias regiones del centro y sur y aconsejan no salir de casa cuando se detecten vientos fuertes, especialmente en campo abierto y montañas, donde habrá rachas superiores a los 120 km/h.
Según el departamento meteorológico nacional, se producirán localmente temporales de granizo y heladas repentinas debido a la colisión de un frente frío procedente del norte de Europa con una masa de aire caliente proveniente del sur.
La situación empeorará a medida que avance el día y gran parte de los servicios de emergencia y bomberos se han reforzado en previsión del gran número de intervenciones que se prevén, tanto en rescates como en limpieza de árboles caídos y ramas en carreteras y calles.
A pesar de que se esperan temperaturas de varios grados bajo cero en algunos puntos del país, los meteorólogos confían en que el temporal remita antes del viernes, cuando se extenderá por el sur del país una ola de calor que podría llevar los termómetros a superar los 30 grados.