Santo Domingo.-“Enfermedad carnívora» es el nombre que ha recibido el síndrome de shock tóxico estreptocócico, una infección poco frecuente, pero grave, que desde el fin de la pandemia del COVID-19 ha estado propagándose en Japón.
La patología que es ocasionada por una infección bacteriana estreptocócica del grupo A, se extiende a los tejidos profundos y a la sangre.
Si esto último ocurre, podría alcanzar a músculos y pulmones, generando síntomas que se agravarán rápidamente y deriven en hipotensión arterial, fallo multi orgánico o, incluso, la muerte.
Si bien son los mayores las que corren mayor riesgo, la cepa está provocando más muertes entre personas entre los 30 y los 50 años.
La mayoría de las personas infectadas no desarrolla síntomas, aunque de hacerlo experimentan dolor de garganta e infecciones cutáneas. También pueden darse en forma de amigdalitis, faringitis, celulitis y escarlatina.
¿Cuál es la fuente de transmisión de la enfermedad?
La bacteria que causa la “enfermedad carnívora” entra por una barrera comprometida del cuerpo, como una lesión cutánea, o membranas mucosas.
Algunas de estas zonas son: faringe, vagina, mucosa y por una lesión o rotura de la piel.
Además, se transmite a través de gotitas respiratorias y el contacto de superficies.
No obstante, pese a estas descripciones, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades ha informado que “desgraciadamente” la vía de entrada “sigue siendo desconocida hasta en un 50% de los casos”.
Las autoridades le han solicitado a la población que tome medidas preventivas, como mantener limpios los dedos y las manos, y practicar el protocolo al toser.
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