Báez advirtió también sobre la “codependencia financiera”, un patrón que se comporta como una adicción
Santo Domingo.– La psicóloga clínica y experta en finanzas, Mónica Báez, advirtió que los casos de violencia de género financiera están aumentando y afectan especialmente a mujeres con estabilidad económica que terminan endeudadas por decisiones o manipulaciones de su pareja.
Durante su participación en la entrevista central de El Despertador, Báez explicó que este tipo de violencia ocurre cuando la mujer asume gastos que no le corresponden, financia proyectos o compras impulsadas por su pareja, o queda atrapada en obligaciones crediticias que la ponen en riesgo económico.
Señaló que estas situaciones se están volviendo más frecuentes, especialmente en mujeres entre 40 y 50 años que han logrado independencia económica y luego se involucran con parejas que utilizan su estabilidad para beneficiarse. “Muchas veces ellas confían, ayudan, y al final terminan con deudas que no generaron”, indicó.
La especialista calificó este patrón como una forma clara de violencia económica, que deja secuelas emocionales profundas y deteriora tanto la salud mental como la capacidad financiera de las víctimas.
La psicóloga Mónica Báez también abordó el fenómeno de la codependencia financiera, definido como el comportamiento de personas que se sacrifican económicamente para resolver los problemas de otros, aun cuando esto les genera daño personal.
Explicó que este patrón no se limita a parejas: también se presenta entre padres e hijos, hermanos, amigos o incluso personas cercanas que se aprovechan emocionalmente de quien está dispuesto a asumir responsabilidades financieras ajenas.
Báez destacó que la codependencia financiera opera como una adicción, donde el afectado siente la necesidad de “rescatar” constantemente al otro, encubrir sus problemas económicos o asumir deudas en su nombre, lo que termina desgastando su salud emocional y su estabilidad económica.
La experta subrayó que este comportamiento requiere tratamiento terapéutico, ya que las personas codependientes suelen tener traumas previos o patrones familiares que refuerzan este ciclo de autosacrificio.
Al referirse a los recientes casos de peloteros sancionados por apuestas, Báez explicó que la ludopatía es un trastorno reconocido en el DSM-5 y puede afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel económico.
Indicó que quienes sufren este trastorno actúan sin medir los riesgos, lo que explica que figuras con contratos millonarios arriesguen su carrera apostando montos mínimos. “El adicto al juego no ve consecuencias. Es un impulso que domina”, puntualizó
La experta detalló una serie de “banderas rojas” que permiten identificar cuando una persona tiene una relación disfuncional con el dinero. Entre ellas mencionó:
dificultades laborales asociadas al mal manejo financiero,
conflictos familiares,
procesos legales por impagos,
insomnio y ansiedad por deudas,
y consumo de alcohol o sustancias para enfrentar la presión económica.
Báez recomendó a quienes presenten estos síntomas buscar ayuda profesional antes de que la situación escale.
La psicóloga señaló que las consultas más frecuentes están relacionadas con endeudamiento por compras compulsivas, tarjetas de crédito, préstamos personales y deudas con usureros.
Explicó que, en muchos casos, estas situaciones surgen por patrones de consumo desregulados vinculados a trastornos emocionales.
Báez afirmó que muchos comportamientos financieros autodestructivos provienen de traumas no tratados, como duelos, infidelidades, divorcios, abusos o experiencias familiares negativas.
Estos eventos no resueltos, dijo, se manifiestan a través de síntomas como adicción al gasto, ludopatía, codependencia o endeudamiento repetitivo.
La experta explicó que una parte de la población evita pagar deudas aunque tenga el dinero disponible, debido a un miedo irracional a quedarse sin liquidez.
“Es un condicionamiento emocional, no un tema financiero”, agregó.
Báez sostuvo que ninguna estrategia financiera es efectiva si antes no se trabaja el estado mental del paciente.
Indicó que muchas personas recaen en deudas incluso después de consolidarlas, porque no han regulado sus emociones ni sus conductas respecto al dinero.
La psicóloga aclaró que algunos casos de endeudamiento no corresponden a traumas ni desórdenes emocionales, sino a conductas antisociales o estafas deliberadas.
En esos escenarios, recomendó buscar apoyo legal, no terapéutico.
Para cerrar, la especialista destacó la importancia de que las nuevas generaciones reciban formación en educación financiera.
Valoró que algunos centros educativos ya estén incorporando estos programas y consideró que esto podría reducir significativamente los problemas que afectan hoy a la población adulta.