SANTO DOMINGO.- “Si alguien metió la mano donde no debía, si alguien se comprometió con actos de corrupción y es emplazado en la justicia, simplemente tiene que responder”, expresó el dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Carlos Amarante Baret.
El dirigente político señaló que cientos de miembros del PLD asumieron posiciones públicas y que si bien el gobierno y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) tienen la intención de desacreditar a los peledeístas, quien cometiera actos indebidos debe responder en la justicia.
“El PLD solo exige que se respete el debido proceso y se les den las garantías procesales y constitucionales a todo aquel que sea imputado de algún tipo de irregularidad”, precisó.
Puntualizó que “evidentemente el PRM tiene una persecución política contra nosotros” que a su juicio se expresa “desacreditando todas las políticas implementadas en los últimos ocho años”.
Recordó que “desde la más alta magistratura” en obvia alusión al presidente Luis Abinader, se acusó al Comité Político del PLD de ser “una asociación de malhechores”.
Apuntó que hay un plan del partido en el poder para desacreditar y para reducir moralmente al PLD.
En su caso, el exministro de Educación explicó que fue llamado desde la Procuraduría General de la República sobre la base de una auditoría realizada a una parte de su gestión por la Cámara de Cuenta, que a su juicio quiso ser graciosa con el nuevo gobierno en un momento de serio cuestionamiento a su gestión.
Manifestó que en la auditoría a una parte de su gestión y a la de Josefina Pimentel al frente de Educación, no se encontró ningún ilícito penal y a lo sumo algunas fallas administrativas que no son exclusivas de su paso por ese ministerio.
El ex ministro de Educación e integrante del Comité Político peledeísta expresó que el noveno congreso del PLD ha servido para superar la desconexión que sufría el partido y el gobierno con los sectores populares.
Dijo que el PLD ha aprobado una línea nacional que tiende a buscar “el reencuentro con los sectores sociales con los que prácticamente anulamos nuestras relaciones”, indicó el dirigente político, para agregar que “el partido se está planteando ser parte de apoyo a los movimientos reivindicativos del país”.
“El PLD tiene que apoyar a los campesinos que están siendo maltratados con el cuestionamiento a la visita sorpresa; el partido tiene que apoyar a las asociaciones y grupos organizados en el campo y tiene que apoyar a los productores porque durante los últimos 16 años la producción agropecuaria creció”, apuntó Amarante Baret.
Estimó que el PLD tiene que trabajar con el movimiento popular barrial y reencontrarse con las juntas de vecinos, con los clubes de servicio para trabajar e impulsar políticas públicas que apuntalen el desarrollo.
En el plano interno, el exsenador por Espaillat consideró que impera “un ánimo autocrítico en la mayoría de los compañeros del PLD, comenzando por el presidente del partido, que en su discurso de juramentación, el compañero Danilo Medina dijo que teníamos que ver con espíritu crítico lo que había pasado”.
Dijo que los dos liderazgos del PLD forjados en 16 años de gobierno consecutivo, cuando surgió el encontronazo, “no se gestionó correctamente”, lo que “trajo como consecuencia una división dolorosa en el partido que es la que nos lleva a la derrota electoral, tanto en las elecciones municipales como en las congresionales y municipales”.
Afirmó que tanto alrededor de Danilo como de Leonel Fernández hubo personas que se encargaron de sembrar cizañas para hacerles creer que se podía prescindir el uno del otro.
Dijo que los gobiernos de Leonel y los de Danilo fueron buenos y contribuyeron a que el país creciera a todos los niveles: infraestructura, crecimiento de la economía y reducción de pobreza, entre otros.
Consideró que los precandidatos presidenciales del PLD quedaron “entrampados” en la lucha interna entre Danilo y Leonel, lo que en su caso resultó ser “una ficha sacrificable” en aquella lucha “y evidentemente no quedé conforme y cuando me retiré, lo expresé conciertos niveles de prudencia”.
“Nos pusimos a hacer campaña para que después nos dijeran que podíamos montar la reelección (de Danilo) otra vez. Se le ocurrió a un grupo en Palacio”, expresó Amarante.
Baret, quien agregó que ese grupo pensaba que podía convencer a Danilo de una tercera reelección, lo que valoró como “un disparate político que marcó mucho el proceso”.
Expresó que cuando conversaba con Danilo, este siempre le decía que no estaba en reelección, “pero un grupo de gente a su alrededor que le dio con pique y con banda a eso, con grandes actos a nivel nacional y los precandidatos quedamos en el aire”.
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