Ante la necesidad de mano de obra haitiana, formalizarla
Para el patrono que necesita el trabajador, el asunto no es de quererlo, estimarlo, amarlo, como tampoco de odiarlo por entero.
Actualizado: 22 de Julio, 2025, 03:56 PM
Publicado: 30 de Mayo, 2025, 12:09 PM
1.- Esa persona de color absolutamente oscuro, la haitiana, por accidente nació en Haití, lo mismo que pudo haber llegado al mundo en Alemania.
2.- La pobreza que arrastra el nacional haitiano es una lacra propia del sistema social que predomina en su país, no una tacha querida por los vecinos de Haití.
3.- Las mujeres y los hombres de Haití precisan satisfacer sus necesidades materiales y culturales, lo que no pueden lograr en su lar nativo, situación que les obliga a emigrar a nuestro país.
4.- Las clases dominantes dominicanas necesitan mano de obra para producir en sus respectivas empresas, no importa que quienes les vendan su fuerza de trabajo sean obreros blancos o negros, nacionales o extranjeros.
5.- El empleador o patrono dominicano está en la obligación de abandonar su idea preconcebida, el prejuicio contra los negros y pobres inmigrantes haitianos, y aceptarlos como sus colaboradores en las empresas.
6.- La situación que se le presenta al empleador, al finquero, ganadero o gran constructor es la de recurrir a la mano de obra haitiana presente en el país, abundante, dócil y barata.
7.- Para el patrono que necesita el trabajador, el asunto no es de quererlo, estimarlo, amarlo, como tampoco de odiarlo por entero.
8.- Ese dominicano ligado a las empresas agrícolas o a la construcción debe estar consciente de que, por necesidad forzosa, sin ningún regateo, de cualquier modo va a recurrir al trabajador inmigrante.
9.- El empleador de la construcción o de la empresa agrícola dominicana, para existir, está obligado a emplear al haitiano inmigrante. No tiene alternativa.
10.- Las autoridades dominicanas están procediendo de manera equivocada al perseguir a los inmigrantes haitianos, lo que motiva a estos a ausentarse, huir para no ser apresados y deportados.
11.- Al empleador de mano de obra haitiana inmigrante le conviene tenerla a su disposición de manera regular, no en estado de ilegalidad o incertidumbre.
12.- La situación bajo la cual se mantiene aquí el obrero inmigrante haitiano indocumentado es de duda, perplejidad, incerteza y vacilación.
13.- Andar a la caza, no dejar en paz, acosar y hostigar a los inmigrantes haitianos, es presentarnos como una comunidad de gente obstinada en impedir la sana convivencia.
14.- Procede que los grupos de aquí, prejuiciados contra los haitianos negros y pobres, pongan su reloj histórico en hora comprendiendo que la mano de obra haitiana es una necesidad en las diferentes áreas de nuestra economía.
15.- Dar estatuto legal al trabajo que ejecutan los inmigrantes haitianos en las diferentes áreas de la economía nacional institucionaliza y viene a certificar, dar validez a todo el proceso de producción.
16.- Lo que debemos aspirar es a que el trabajo del inmigrante esté legitimado, reconocido y bien refrendado respondiendo a mecanismos legales y humanistas.


