Dublín.- El gigante tecnológico Apple anunció hoy que abandona sus planes para construir en Irlanda un nuevo centro de datos, un proyecto valorado en más de 850 millones de euros.
La compañía estadounidense explicó en un comunicado que los «retrasos» sufridos en el «proceso de concesión de permisos» le han obligado a buscar otros destinos y, en consecuencia, concluyó, «no podremos seguir adelante» con el centro de datos.
Apple tenía previsto construir una instalación de unos 166.000 metros cuadrados en la localidad de Athenry, en el condado de Galway (oeste de Irlanda), donde iba a recuperar un terreno que se utilizaba para cultivar árboles no autóctonos y reforestar además un bosque cercano.
El nuevo centro de datos también se hubiese alimentado exclusivamente con energías renovables, pero las objeciones medioambientales planteadas por grupos locales ante los tribunales han precipitado la cancelación del proyecto.
Aunque el Tribunal Superior de Dublín falló a favor de Apple el pasado noviembre, los activistas recurrieron aquella decisión, que se encontraba ahora en manos del Tribunal Supremo irlandés.
«Es decepcionante, pero este revés no disminuirá nuestro entusiasmo para desarrollar futuros proyectos en Irlanda ya que nuestro negocio continúa creciendo», señaló en la nota la multinacional, que opera en este país desde 1980.
Apple recordó que en los últimos dos años ha «gastado más de 550 millones de euros con compañías locales», mientras que «nuestra inversión y apoyo a la innovación» contribuye al «mantenimiento de más 25.000 puestos de trabajo» en la isla.
«Estamos totalmente comprometidos con nuestros empleados y clientes en Irlanda y estamos expandiendo nuestras operaciones en Cork (sur), con nuevas instalaciones para nuestro talentoso equipo allí», agregó Apple.
La ministra irlandesa de Empresas, Negocios e Innovación, Heather Humphreys, aseguró hoy que «lamenta mucho» esta decisión, sobre todo porque este proyecto «hubiese supuesto una importante fuente de inversión y de creación de empleo» para el oeste del país.
«A pesar de las malas noticias, celebro que Apple haya reafirmado su compromiso con sus operaciones en marcha», dijo Humphreys.
Apple tiene otro frente fiscal abierto en Irlanda, después de que la Comisión Europea (CE) le ordenó en 2016 devolver 13.000 millones de euros que se ahorró por las ventajas fiscales ilegales concedidas por el Gobierno de Dublín.
El Ejecutivo irlandés rechazó esas conclusiones y la CE se vio obligada a presentar en octubre de 2017 una denuncia judicial contra Dublín por no recuperar los citados 13.000 millones de euros.
Mientras el caso se tramita en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Ministerio irlandés de Finanzas ha establecido un fondo fiduciario independiente para que Apple deposite esa cantidad.
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