REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Fueron detenidos siete miembros de la banda latina Dominican Don’t Play (DDP), por La Guardia Civil Española, los cuales operaban en el Corredor del Henares (área metropolitana entre Madrid y Guadalajara).
A estos se les atribuye presuntos delitos de agresión sexual, pertenencia a grupo criminal, contra el patrimonio, lesiones y amenazas, y tenencia de armas prohibidas.
Los agentes han registrado varios inmuebles en la localidad de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde tenía su base de operaciones la banda, y donde ha intervenido numerosas armas prohibidas, objetos que podrían proceder de distintos robados y las herramientas utilizadas para cometer esos delitos contra el patrimonio, además de un gran número de elementos distintivos de la banda.
Durante los últimos días, varios medios han atribuido a miembros de los Dominican Don’t Play (DDP) el asesinato de Isaac López, el rapero de 18 años que recibió cuatro puñaladas por la espalda en un túnel del barrio de Pacífico, en Madrid, el pasado 14 de julio. Sin embargo, la investigación permanece abierta y por el momento la Guardia Civil no ha confirmado ninguna relación entre estas detenciones y el asesinato de Isaac.
Los siete detenidos, algunos de ellos con un amplio historial delictivo, eran los responsables de Dominican Don’t Play (DDP) en el Corredor del Henares y habían expandido las actividades de la banda por dicho territorio. En el marco de la denominada Operación Bávaro, los investigadores han acreditado que los miembros de la organización habían participado en la comisión de presuntos delitos contra las personas y contra el patrimonio.
También habrían provocado enfrentamientos violentos contra miembros de bandas rivales asentadas en localidades aledañas con el fin de vengar disputas anteriores y hacerse con el control de las zonas.
La nota difundida este viernes por la Guardia Civil señala que las bandas juveniles como los Dominican Don’t Play (DDP) aspiran a controlar determinados espacios geográficos, estableciéndose en regiones del país mediante la formación de grupos territoriales, a los que denominan “Coros”, que se dedican a cometer delitos, creando una enorme desestabilización social en las zonas donde se asientan.
Este tipo de bandas juveniles violentas, añade el Instituto armado, son grupos organizados con una fuerte jerarquía y donde cada uno de sus miembros tiene una función definida. En la mayoría de los casos, un elevado número de componentes son menores de edad, que son inducidos a abandonar sus domicilios familiares y cometer actividades ilícitas como medio de financiación de la banda.
La Operación Bávaro ha sido desarrollada de forma conjunta por la Unidad Central Especial (UCE) nº3 y los Grupos de Información de las Comandancias de Guardia Civil de Guadalajara y Madrid, que han contado además con la colaboración de la Policía Local de Torrejón de Ardoz.
Fuente: El Español
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