Guayaquil.- A dos ascendió la cifra de fallecidos en el motín registrado anoche en la cárcel Regional de la ciudad costera de Guayaquil, ocurrido mientras en Ecuador rige un estado de excepción, confirmó este jueves el comandante de la zona 8, Víctor Herrera, al precisar que las víctimas mortales eran reos.
En una rueda de prensa, indicó que hay, además, cuatro presos heridos, pero no detalló su estado de salud.
Según Herrera, les tomó tres horas recuperar el control del centro penitenciario, donde «por un descontento» de los presos quemaron colchones y trataron de alterar el orden público.
«Este momento mantenemos el control de la Regional y se está haciendo las verificaciones tanto de los detenidos como de las evidencias que se encontraron», comentó.
A primera hora de este jueves, el viceministro de Seguridad, Lyonel Calderón, informó de que el motín dejó un fallecido y cuatro heridos, pero aclaró que aún eran cifras preliminares.
Aparentemente los presos protestaban por el trato de los militares durante la presencia de las Fuerzas Armadas dentro de la prisión en el marco del estado de excepción y conflicto armado interno contra las bandas criminales, declarados en enero pasado.
A primera hora de este jueves, familiares de los reos apostados fuera de la cárcel portando globos blancos, exigían información sobre sus parientes y, como protesta, lanzaban agua contra los camiones militares presentes en la zona.
En las afueras de la cárcel se mantuvo durante la jornada a militares armados, mientras algunos familiares de los presos exigían información y poder visitarlos.
Los familiares portaban carteles en los que se leía: «Paz», «No abusen de sus derechos» o «ellos están pagando su pena», entre otros.
Patricia Pluas, madre de uno de los detenidos, expresó a EFE su preocupación «por el maltrato que están recibiendo» los presos desde que, en enero pasado, se decretó el estado de excepción y el conflicto armado interno, como medida para frenar la creciente ola de violencia de ese momento.
«Dos meses estuvieron desnudos, solo con interior, y durmiendo en el suelo, con una sola comida en el día. Nuestros familiares están enfermos, aparte de que hay personas que han estado enfermas y no se les ha permitido el derecho a tener un doctor, una medicina de parte de su familia», dijo en las afueras de la cárcel.
Por lo que comentó que el motín de anoche fue porque los reos «ya están hartos de tanto maltrato».
Pluas pidió al jefe de Estado, Daniel Noboa, que se «sensibilice» para que pare el «maltrato», pero consideró positivo que hayan intervenido las cárceles para que no haya más extorsiones entre los presos.
La mujer recalcó que durante los últimos meses no les han proporcionado información sobre la situación de sus parientes dentro de la cárcel.
Algo que corroboró otra mujer, que no se identificó, y que en las afueras de la cárcel pedía que «dejen de maltratar y torturar» a los presos.
«Todos los días lloramos porque ni siquiera nos dan información», comentó antes de apuntar que los presos «cometieron su error, pero ya suficiente tienen con estarlo pagando encerrados lejos de su familia».
La Cárcel Regional de Guayaquil ha sido una de las más intervenidas por la Policía y las Fuerzas Armadas durante el estado de excepción, con recurrentes operativos para requisar armamento y objetivos prohibidos a la población penitenciaria.
De esta prisión se escapó entre finales de diciembre e inicios de enero el narcotraficante José Adolfo Macías Villamar (‘Fito’), líder de la banda criminal Los Choneros, que cumplía una pena de 34 años de cárcel por narcotráfico, asociación ilícita y homicidio.
Hasta antes del inicio del estado de excepción Los Choneros, la banda criminal más grande y antigua de Ecuador, tenían el control sobre el interior del recinto carcelario, donde cobraban cupos a los presos por el tipo de celda que usaban y también por la alimentación, entre otros elementos de un amplio entramado de extorsión, según testigos.