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Asesor económico justifica necesidad cambiar modelo

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Luis Reyes

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El modelo económico de la República Dominicana debe ser cambiado porque no distribuye la riqueza con la que la población podría satisfacer sus necesidades y expectativas sociales, declaró este martes el economista Luis Reyes, asesor del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

Fundamentó su posición en que para evaluar el desempeño de un modelo económico debe establecerse, entre otros parámetros, primero si éste satisface tales aspiraciones y expectativas, concepción filosófica que cuando se la aplica al vigente en el país en los últimos veinte años contradice a quienes abogan por la permanencia del mismo, en el marco de dos paradigmas distintos.

“En las últimas décadas se impuso la noción de que para calificar un modelo era suficiente que el mismo creciera en un entorno de estabilidad macroeconómica, pero hoy esa teoría está en cuestionamiento, pues además de crecer en un entorno macroeconómico estable, un modelo necesita redistribuir de manera apropiada y en un entorno amigable con el medio ambiente”, argumentó.

Reyes, entrevistado en Propuesta Matinal que se transmite de 7:00 a 8:00 de la mañana por el canal 45, fue cuestionado en torno a la posición que sobre este tema planteó entre otros el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu.

Aclaró que el modelo no debe ser reformado totalmente sino reajustado, y citó la evidencia de que en los últimos diez años, y sobre todo los últimos cinco, los sectores no generadores de divisas lideran la dinámica de crecimiento de la economía, cuando se analiza de manea comparativa el comportamiento de dichos sectores en ese tiempo y los diez años inmediatamente anteriores de los noventas.

En efecto, dijo que en ese escenario se manifiestan déficits importantes en la cuenta corriente de la balanza de pagos, aunque algunos argumentan que tal déficit no es elevado porque el 40% aproximadamente del mismo se generó el año pasado y lo atribuyan a un aumento en la factura petrolera por el alza del crudo.

“Ese es un error de apreciación, porque el año pasado ya se proyectaba que los precios internacionales del petróleo aumentarían. Por tal razón, lo que ocurre ahora no es sólo el resultado de la inestabilidad política en el Medio Oriente sino de una situación estructural que había sido prevista por los economistas el año pasado”, argumentó.

Por tanto, acotó Reyes, no puede analizarse ese escenario a partir del supuesto de que el 40% de ese déficit lo explica el petróleo, que no es un hecho transitorio que desaparecerá el año que viene, sino un hecho estructural que la economía tiene que integrarlo.

Previó que, salvo una baja en la demanda mundial del petróleo, ese déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos del país persistirá debido a que los precios del crudo permanecerán en alza.

Reyes citó como un elemento de mayor peso que aconseja evaluar el actual modelo, la pérdida de competitividad del sector externo revelada en los datos de la World Economic Forum, más el índice de apertura de la economía, la relación entre exportaciones más importaciones medidas como proporción del PIB, en que se aprecia en los últimos cinco a seis años que la economía del país tiende a cerrarse en lugar de abrirse.

Observó que eso significa que para una economía pequeña como la dominicana las posibilidades de crecer y desarrollarse a largo plazo depende del sector externo, por tener el país un mercado interno pequeño que debe conducir a una apertura que no ha estado ocurriendo.

Explicó que cuando se refiere a competitividad de la economía es que las tasas de crecimiento de las exportaciones son inferiores a las de las importaciones y la participación de las exportaciones nacionales en el total de las exportaciones regionales y mundiales tiende a ser menores o igual.

Reyes citó los empleos de calidad como otro de los indicadores que aconsejan el cambio de modelo y recordó al respecto el informe de la OIT según el cual Centroamérica y República Dominicana no generan empleos productivos.

Refutó a quienes consideran que el crecimiento del empleo informal es atribuible a una preferencia de la población ocupada en busca de mayores ingresos con la evidencia empírica internacional de que los países en general que se desarrollan de manera sostenible prefieren el empleo formal y al hecho de que las economías desarrolladas la mayor parte de la población tiene empleos formales que permiten satisfacer sus necesidades de vida.

En su comparecencia propuso que el modelo dominicano sea sometido a una reforma profunda que mejore la competitividad sistémica de la economía y sobre todo el sector externo mediante una mejoría en el transporte, resolver las deficiencias de electricidad, superar las dificultades de los sectores productivos para acceder al crédito a tasas similares a las de los mercado internacionales, mejorar la cultura de negocio y una reforma que haga a la administración pública eficiente.

“Por supuesto, una administración eficiente es costosa, y hay toda una teoría que se maneja en economía pero más propia de las ciencias políticas que correlaciona el nivel de desarrollo institucional y el de tributación, porque para satisfacer servicios eficientes un gobierno tiene que contratar personal calificado, que aumenta el gasto público de manera significativa, por lo que con los actuales niveles de tributación tan bajos difícilmente podrá avanzarse hacia esa meta”, dijo.

Sugirió en lugar de nuevos impuestos ampliar la base de tributación, como reducir el ITBIS de 12 a 6% e introducir al modelo modificaciones tributarias que permitan alinear los incentivos fiscales con las metas y objetivos del mismo.

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