Repito que el interminable problema eléctrico es poliédrico, pero una heroica solución sería monumental. Desde el gobierno anterior las EDEs fracasan flagrante y escandalosamente. Dañan todo el sistema eléctrico. No hay que reinventar la rueda para poner fin al desastre. Hay que privatizarlas —vendiendo, regalando o dándolas en administración.
Sólo en subsidios, este año las EDEs le costarán al Estado mucho más de RD$108,000 millones, en vez de dar utilidades como toda empresa bien administrada. Son demasiados millones botados. Encima apagones. Y alto precio político. ¿Para cuál fin sano o justificable quiere el Estado mantener esta fuente de cananas inacabables? Al gobierno le conviene quitarse de encima todo lo que impida concentrarse en sus objetivos realizables. Desde 2020 las EDEs empeoran. ¿Qué esperar de más de lo mismo dos años más?
Las EDEs causan más presión, insatisfacción y votos perdidos que la bulla reperperosa de quienes rechazan privatizarlas y solucionar el problema. El ejemplo de las EGEs debe bastar. ¡Atrévase, presidente! Esperar resultados distintos haciendo lo mismo es… Usted sabe. Los votantes también.
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