Redacción internacional.- En un giro inesperado en el caso de los hermanos Menéndez, el fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció que revisará las nuevas pruebas presentadas en el caso, lo que podría llevar a una posible reevaluación de su sentencia. Según informó ABC News, el próximo paso será una audiencia programada para noviembre de 2024, donde se revisarán las nuevas evidencias presentadas.
Esta revisión podría abrir la puerta a una nueva sentencia para los hermanos, quienes hasta ahora cumplen dos cadenas perpetuas consecutivas.
Lyle Menéndez, de 21 años, y Erik Menéndez, de 18, fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres, José Menéndez, un ejecutivo de entretenimiento, y Kitty Menéndez, ama de casa, el 20 de agosto de 1989 en su mansión de Beverly Hills. Sin embargo, la aparición de nuevas evidencias ha reavivado el interés en el caso, que ha capturado la atención de una nueva generación.
Recientemente fueron presentados documentos legales que incluyen detalles perturbadores sobre el supuesto abuso de José Menéndez a sus hijos. Entre las pruebas, se encuentra una carta escrita por Erik Menéndez a su primo, describiendo lo que padecía.
Además, en un reciente documental titulado Menéndez + Menudo: Boys Betrayed, emitido por Peacock en 2023, un exmiembro de la banda juvenil Menudo, Roy Rosselló, afirmó haber sido víctima de abusos por parte de José Menéndez cuando tenía 14 años.
El caso ha generado un movimiento en línea que busca la liberación de los hermanos, quienes han pasado de ser considerados enemigos públicos a posibles víctimas. Este cambio de perspectiva ha llevado a una reevaluación de las creencias sobre el abuso sexual masculino, un tema que no se comprendía bien en la época del juicio original.
Según la abogada Leslie Abramson, Lyle y Erik temían que, si revelaban los abusos, sus padres los matarían. A pesar de estos alegatos, los jurados del primer juicio no lograron llegar a un veredicto, resultando en un juicio nulo en 1994. Sin embargo, en un segundo juicio, en 1996, los hermanos fueron condenados por asesinato en primer grado y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Este caso, que se convirtió en un símbolo de los crímenes más impactantes de los años 90, ha dividido a la sociedad desde sus inicios. Para algunos, los hermanos eran jóvenes mimados que mataron a sus padres por codicia, deseando heredar su fortuna. Sin embargo, para otros, eran víctimas de un ciclo de abuso inhumano que culminó en un acto de desesperación.
Personalidades influyentes como Kim Kardashian y Rosie O’Donnell han expresado su apoyo a los hermanos Menéndez. Kardashian, en un ensayo personal, escribió que “todos somos productos de nuestras experiencias” y que el tiempo cambia a las personas, sugiriendo que los hermanos no deberían ser juzgados por sus acciones a los 18 y 21 años sin tener en cuenta el contexto de abuso que los rodeaba.
O’Donnell, por su parte, señaló la tortura sádica a la que los hermanos habrían sido sometidos, describiendo a José Menéndez como un “depredador pedófilo” y a Kitty como una madre cómplice que ignoraba el sufrimiento de sus hijos.
En contraste, aún hay quienes creen que la motivación principal detrás del asesinato fue la codicia. El periodista Alan Abrahamson, quien cubrió el juicio para el Los Angeles Times, sostiene que los hermanos mataron a sus padres por dinero, destacando el hecho de que ambos iniciaron una desenfrenada ola de gastos inmediatamente después de los asesinatos.
Además de las nuevas revelaciones, algunos familiares de los Menéndez han manifestado su apoyo a una revisión del caso. Un grupo de parientes, incluida la hermana de Kitty Menéndez, expresó públicamente que los hermanos deberían haber sido acusados de homicidio involuntario en lugar de asesinato, considerando el contexto de abuso familiar.
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