REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La heredera austroalemana Marlene Engelhorn, de 31 años, y que vive en Viena, está creando un grupo de 50 ciudadanos austriacos que la ayuden a determinar la manera en la que se redistribuirán los 25 millones de euros (alrededor de 27 millones de dólares) que heredó de su abuela.
«Sin haber hecho nada por ello, he heredado una fortuna y, por tanto, poder», afirmó. «Y el Estado ni siquiera quiere imponer impuestos sobre ello». Engelhorn entiende que es una injusticia.
Ella es descendiente de Friedrich Engelhorn, fundador de la empresa química y farmacéutica alemana BASF, y heredó una gran suma de dinero cuando su abuela murió en septiembre de 2022.
La revista estadounidense Forbes estimó la riqueza de Traudl Engelhorn-Vechiatto en US$4.200 millones e incluso antes de que esta muriera, su nieta ya afirmó que quería repartir alrededor del 90% de su parte en la herencia.
El miércoles empezaron a llegar a en Austria 10.000 invitaciones dirigidas a ciudadanos seleccionados al azar.
Quienes deseen participar en la iniciativa de Engelhorn, conocida como “Buen Consejo para la Redistribución”, pueden registrarse en línea o por teléfono.
De esa muestra inicial de 10.000 austriacos, todos mayores de 16 años, se elegirá a 50 personas y también se seleccionarán 15 miembros suplentes en caso de abandono.
«Si los políticos no hacen su trabajo y no redistribuyen la riqueza, entonces lo haré yo misma», explicó en su declaración.
«Muchas personas tienen problemas para llegar a fin de mes con un trabajo a tiempo completo y pagan impuestos por cada euro que ganan en su trabajo. Esto es un fracaso de la política, y si la política falla, entonces los ciudadanos tendrán que buscarse la vida».
En mayo de 2022, Marlene Engelhorn se unió a un puñado de millonarios en Davos que pedían una mayor fiscalidad para los ricos.
Christoph Hofinger, director general del Instituto de Previsión, que apoya la iniciativa, afirmó que el consejo para la redistribución del dinero de la heredera estaría formado por 50 personas «de todas las edades, estados federados, clases sociales y orígenes».
Se pedirá al grupo que «aporte sus ideas para desarrollar conjuntamente soluciones en interés de toda la sociedad», afirmó.
Participarán en una serie de reuniones que se celebrarán en Salzburgo con académicos y organizaciones de la sociedad civil de marzo a junio de este año.
Los organizadores dicen que las reuniones serán sin barreras y habrá servicios de cuidado de niños e intérpretes disponibles si es necesario. Se cubrirán los gastos de viaje y los participantes recibirán US$1.300 por cada fin de semana que asistan.
Marlene Engelhorn cree que sus conversaciones serán un «servicio a la democracia» y por ello los que participen deben recibir una compensación adecuada.
«No tengo derecho de veto», afirmó.
«Pongo mis bienes a disposición de estas 50 personas y confío en ellas».
Si no llegan a una decisión «ampliamente respaldada» sobre qué hacer con el dinero, entonces los fondos volverán a manos de Engelhorn.
No está claro exactamente qué proporción de su herencia regalará, aunque en 2021 dijo que quería repartir al menos el 90% porque no había hecho nada para ganársela y simplemente había tenido suerte en una «lotería de nacimiento«.
Su equipo no ha confirmado cuánto se está quedando, aunque dijo que sí tenía algún tipo de colchón financiero.
Dieciséis años después de que Austria aboliera el impuesto de sucesión, la medida sigue siendo polémica y un partido político importante, los socialdemócratas de la oposición, quiere que se restablezca.
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