Pekín.- Las autoridades chinas pidieron hoy que los ciudadanos limiten sus desplazamientos hasta finales de octubre, período que incluye la semana vacacional más importante del año para el sector turístico doméstico y el próximo 20º congreso del Partido Comunista de China, recogen medios locales.
En una rueda de prensa, representantes del Consejo de Estado, la Comisión Nacional de Sanidad y el Ministerio de Transportes explicaron que la pandemia «todavía se encuentra en un nivel alto» y la «defensa de China contra los casos importados sigue sujeta a una creciente presión», informó el medio China News Service.
Dentro de las fronteras chinas, la epidemia «se está extendiendo», por lo que las próximas vacaciones por el festival de medio otoño del 12 de septiembre y la fiesta nacional de primeros de octubre suponen «un riesgo» de propagación por la «mayor movilidad» de los ciudadanos.
Las autoridades de las redes de transporte de China explicaron hoy que se prevé que el número de desplazamientos por el festival de medio otoño sean un 32 % inferiores a los registrados en la misma fiesta de 2020 y un 53 % menor al de 2019.
La fiesta nacional del 1 de octubre y la semana de vacaciones que suele decretarse son conocidas como la «semana dorada» por ser el período del año en el que la gente acostumbra a viajar más, lo que la convierte en un momento clave para el sector turístico chino.
Para evitar un estallido «a gran escala», las autoridades animaron a los chinos a «celebrar las fiestas en sus localidades».
Según las nuevas directrices, todos aquellos que se desplacen a otras ciudades deberán contar con una prueba PCR negativa en las 48 horas previas a su partida para poder embarcar en un avión, tren, barco o autobús.
En los últimos días, urbes de la provincia de Shandong (este), Sichuan (centro), Hunan (centro), Heilongjiang (noreste) y Hebei (norte) ya habían pedido a sus residentes que no viajasen durante las inminentes fiestas ante los numerosos rebrotes de covid registrados en varios puntos del país.
Los rebrotes han desembocado en confinamientos totales o parciales de numerosas localidades, entre ellas grandes ciudades como Chengdu (centro) o Guiyang (sur).
El próximo 16 de octubre se celebrará en Pekín el 20º congreso del Partido Comunista de China (PCCh), en el que se espera que el presidente chino, Xi Jinping, sea reelegido para un tercer mandato inédito entre sus predecesores cercanos.
En los últimos meses, en los que China ha sufrido rebrotes de una escala no vista desde el comienzo de la pandemia, Xi ha afirmado que los confinamientos para atajar los rebrotes «resistirán la prueba del tiempo» y ha exhortado a la dirigencia del país a luchar contra cualquier intento de «distorsionar, cuestionar o retar» la política de «cero covid».
Esta política consiste en el aislamiento de todos los infectados y sus contactos cercanos en hospitales o instalaciones destinadas a tal efecto, un control estricto en las fronteras y campañas masivas de pruebas PCR, limitaciones a la movilidad y confinamientos selectivos o totales allá donde se detecta algún caso.
Este miércoles, las autoridades sanitarias del gigante asiático insistieron en que la estrategia es «la más económica y científica» para el país porque «detecta rápidamente nuevos contagios y contiene la propagación al menor costo y lo antes posible».
En China, desde el inicio de la pandemia, se infectaron 243.449 personas y fallecieron 5.226, aunque el número total de infectados excluye a los asintomáticos, según las cuentas oficiales.