SANTO DOMINGO.- El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria del mes de noviembre de 2022, decidió mantener invariable su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 8.50 % anual. Asimismo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 9.00 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) en 8.00 % anual.
Esta decisión se basa en una evaluación exhaustiva del comportamiento reciente de la economía, especialmente de la inflación. En ese orden, se ha registrado una moderación de las presiones inflacionarias, en la medida que el mecanismo de transmisión de la política monetaria ha operado de manera efectiva y que han surtido efecto las medidas implementados por el Gobierno a través de subsidios a combustibles, energía y el apoyo a la producción agrícola. Asimismo, se ha comenzado a observar una desaceleración reciente en los precios de los commodities, particularmente del petróleo y de los alimentos; así como los costos del transporte de contenedores a nivel global.
En ese contexto, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) fue de 0.28 % en octubre, luego de una variación de 0.29 % en septiembre, significativamente inferior al promedio mensual de los últimos 12 meses. De esta forma, la inflación interanual se ha reducido en unos 140 puntos básicos, desde un máximo de 9.64 % en abril a 8.24 % en octubre. Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, comienza a moderarse, al pasar de 7.29 % en mayo a 6.86 % en octubre, como reflejo de las medidas monetarias que se han adoptado.
Es importante destacar que, en noviembre del pasado año el BCRD inició el ciclo de los incrementos a la TPM, siendo uno de los primeros en la región. Esta reacción oportuna ha contribuido a que la tasa de interés interbancaria real, es decir la diferencia entre la tasa interbancaria nominal y las expectativas de inflación, se encuentre más de dos puntos porcentuales por encima de su nivel neutral estimado, lo que está propiciando una disminución en las presiones inflacionarias domésticas.
En adición, los agregados monetarios se han desacelerado de forma importante y se observa un aumento en las tasas de interés de la banca múltiple, principalmente en la tasa pasiva, evidenciándose un traspaso más que completo de las decisiones de política monetaria. De esta forma, se ha mantenido un diferencial favorable respecto a las tasas de interés de las economías avanzadas, contribuyendo a los flujos de capitales.
En este contexto, se estima que, bajo las previsiones económicas actuales, la tasa de interés de referencia ha alcanzado el nivel adecuado para que la inflación interanual continúe reduciéndose en los próximos meses y converja al rango meta de 4 % ± 1 % antes de finalizar el primer semestre del año 2023, más rápido de lo previsto hace unos meses. Considerando el complejo panorama internacional, el Banco Central estará dando seguimiento a las condiciones financieras externas y a las expectativas de los agentes económicos, para tomar medidas adicionales para preservar la estabilidad de precios, en caso de que fuese necesario.
En el entorno internacional, las tensiones geopolíticas han provocado un deterioro de las proyecciones económicas globales. En ese orden, Consensus Forecasts prevé un crecimiento global para el presente año 2022 de 2.8 %, mientras permanecen elevadas las perspectivas para la inflación mundial.
En Estados Unidos de América, nuestro principal socio comercial, el crecimiento interanual se ubicó en 1.9 % en el tercer trimestre, equivalente a una expansión intertrimestral anualizada de 2.9 %. Por otro lado, la inflación interanual comienza a moderarse, al pasar de 9.1 % en junio a 7.7 % en octubre, aunque aún se mantiene muy por encima de su meta de 2.0 %. En este contexto, la Reserva Federal ha aumentado su tasa de referencia en 375 puntos básicos durante este año y se espera que comience a moderar su ritmo de incremento, proyectándose un aumento de 50 puntos básicos en su próxima reunión de diciembre.
En cuanto a la zona euro (ZE), las condiciones económicas siguen afectadas por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; proyectándose un crecimiento de 3.2 % para 2022, mientras que la inflación se ubicó en 10.0 % en noviembre. Frente a este panorama, el Banco Central Europeo ha acumulado un incremento de 200 puntos básicos en su tasa de referencia durante el año, previéndose otro incremento de 50 puntos básicos en su próxima reunión.
En América Latina, casi todos los bancos centrales han incrementado sus tasas de política monetaria ubicándolas significativamente por encima de los niveles previos a la pandemia, como es el caso de Argentina (tasa de referencia en 75.00 %.), Brasil (13.75 %), Chile (11.25 %), Uruguay (11.25 %), Colombia (11.00 %), México (10.00 %), Costa Rica (9.00 %), Paraguay (8.50 %), Rep. Dominicana (8.50 %), Perú (7.25 %), Nicaragua (6.50 %) y Guatemala (3.00 %). La inflación regional ha comenzado a ceder como resultado de estas medidas restrictivas, por lo que la mayoría de los bancos centrales están moderando o realizando una pausa en los ciclos de aumentos de las tasas de política monetaria.
En el entorno doméstico, la economía se ha expandido en 5.2 % durante el período enero-octubre del presente año. Las proyecciones de crecimiento económico para el cierre del 2022 se ubican ligeramente por encima en 5.0 %, cercano a su potencial y una de las expansiones más altas entre las economías de la región. Como reflejo del dinamismo de la demanda interna, el crédito privado en moneda nacional está creciendo en torno a 14 % interanual al cierre de noviembre, influenciado principalmente por los préstamos a los hogares.
En cuanto a la política fiscal, se destacan las mayores recaudaciones con relación a lo estimado, que ha otorgado el espacio necesario para aplicar subsidios orientados a mitigar el impacto adverso de los mayores precios de las materias primas; así como para la asistencia a las provincias afectadas por el paso del huracán Fiona.
Por otro lado, se ha observado una apreciación acumulada del peso dominicano de aproximadamente 5.0 % a noviembre, en un contexto de desempeño positivo de las actividades generadoras de divisas (turismo, exportaciones, remesas e inversión extranjera directa). En este escenario, las reservas internacionales permanecen elevadas, ubicándose por encima de los US$ 13,200 millones en noviembre, equivalentes a cerca de 12 % del producto interno bruto (PIB) y unos seis meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Es importante resaltar que la economía dominicana se encuentra en una buena posición para continuar enfrentando el desafiante panorama internacional, tomando en cuenta la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos y la resiliencia de los sectores productivos. El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.
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