Redacción.- El Banco Central dominicano (BCRD) proyecta que la economía retornará a su nivel de crecimiento potencial durante 2024, sin referirse a si será necesario revisar las proyecciones para este año.
En el espacio “Página Abierta”, que por lo general publica para explicar el contexto económico y los efectos esperados de la política monetaria, explica que el mecanismo de transmisión de la política monetaria opera con rezagos que puede extenderse hasta más de un año.
En este orden, destaca que se encuentra actuando y se espera que la actividad económica continúe dinamizándose hasta regresar a su ritmo de crecimiento potencial, lo cual se contempla ocurra en el próximo año 2024.
Al analizar la composición de la variación del PIB por actividad, observa que la “Construcción”, sector de gran efecto multiplicador en el resto de la economía y que ha recibido recursos de las facilidades monetarias al mes de septiembre por RD$12,300 millones y de aproximadamente RD$11,000 millones en octubre por las nuevas medidas mencionadas, pasó de registrar variaciones en su valor agregado real de -4.7% en el primer trimestre y de -0.4% en el segundo trimestre (en gran medida por la moderación de la demanda interna y los elevados costos de los principales insumos) a un incremento interanual de 5.5% en julio-septiembre de 2023.
De forma particular, señala que el sector construcción se expandió en 9.5% en septiembre 2023 comparado con igual mes del año anterior, resaltando como el mejor desempeño en lo que va de año, proyectándose que la misma mantendrá un significativo dinamismo en lo que resta de 2023 y hacia 2024.
Como es de conocimiento general, en los últimos años la economía dominicana ha estado expuesta a un entorno internacional complejo y convulso, caracterizado principalmente por las presiones inflacionarias derivadas de la pandemia, que conllevaron un incremento significativo en los precios de las materias primas (commodities) incluyendo el petróleo, disrupciones en la cadena de suministro y mayores costos de transporte en contenedores. Estos elementos tuvieron lugar en el contexto de políticas de estímulo monetario y fiscal que ocurrieron de forma sincronizada a nivel global y que motorizaron y viabilizaron una rápida recuperación de la demanda interna en la mayoría de los países, evitando que la contracción en los niveles de producción y la pérdida de empleos fuese mayor.
Una vez superada la pandemia y con el objetivo de lograr lo antes posible el retorno de la inflación al rango meta de 4%±1% del Programa Monetario, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) fue uno de los primeros en la región en iniciar un cambio en la postura de la política monetaria de expansiva a restrictiva, adelantándose varios meses a la Reserva Federal de los Estados Unidos de América, su principal socio comercial. En ese sentido el BCRD decidió aumentar su tasa de política monetaria (TPM), la cual pasó de un mínimo histórico de 3.00% en noviembre de 2021 hasta 8.50% en octubre de 2022.
A tal efecto, durante el presente año, la combinación del corte restrictivo de la política monetaria junto a los subsidios del Gobierno congelando el precio interno de los combustibles y pausando los ajustes de la tarifa eléctrica tuvieron éxito e hicieron posible que la inflación se redujera de 9.64% en abril 2022 a 4.41% en septiembre 2023.
Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los precios de los componentes más volátiles de la canasta como algunos alimentos, los combustibles y otros artículos con precios regulados, disminuyó de 7.29% en mayo de 2022 a 4.68% en septiembre de 2023. Como se puede apreciar, ambas medidas se encuentran en la actualidad dentro del rango meta de 4%±1% del Programa Monetario y tanto las expectativas de los analistas del mercado como los modelos econométricos de pronóstico del Banco Central apuntan a que ambos indicadores de inflación se mantendrán dentro del rango objetivo durante el resto de 2023 y el 2024.
Como señaló el gobernador Héctor Valdez Albizu en su reciente discurso un aspecto relevante a destacar es que se logró recuperar la estabilidad de precios en una coyuntura de alta complejidad.
Naturalmente, como es de esperarse, la moderación de la demanda interna, tanto en el consumo como la inversión, asociada a la política monetaria restrictiva que fue necesaria para reducir la inflación, se reflejó en una desaceleración económica. Este no ha sido un fenómeno exclusivo de la República Dominicana, tal y como se puede apreciar en las últimas proyecciones de crecimiento de los organismos internacionales para la región de América Latina, que en el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI) las ubica en 2.3% para 2023, para una menor expansión de 1.7 puntos porcentuales con relación al resultado de 2022.
Una vez con la inflación controlada y con perspectivas de que la misma permanecería dentro del rango meta en el horizonte de política monetaria, el ente emisor procedió a impulsar un nuevo proceso de cambio en el ciclo de la política monetaria, implementando políticas de estímulo con el objetivo de contribuir a la reactivación de la actividad económica. Estas medidas han incluido una reducción de la TPM en 100 puntos básicos hasta 7.50% anual y la provisión de liquidez por medio de la liberación de encaje legal y de la Facilidad de Liquidez Rápida que han hecho posible la canalización de RD$126,000 millones en préstamos a los sectores productivos y los hogares a través de los intermediarios financieros, en su mayoría a tasas de interés no superiores del 9 % anual, tal y como resaltara el presidente de la Junta Monetaria en su alocución de pasado 23 de octubre. Ese día también se anunció que la Junta Monetaria autorizó una nueva facilidad de liquidez rápida por RD$40,000 millones a ser dirigidos esta vez a los sectores construcción, manufactura, exportación y agropecuaria. De estos recursos, al 26 de octubre el sistema financiero ya ha canalizado unos RD$18,614 millones.
Ante este nuevo contexto de condiciones monetarias y financieras más favorables y con una mayor ejecución y eficiencia en el gasto de capital por parte del gobierno, la economía dominicana ha iniciado un proceso de recuperación. En ese tenor, las cifras preliminares del indicador mensual de actividad económica (IMAE) registraron una expansión interanual de 3.1% en el mes de septiembre y de 2.6% en julio-septiembre del presente año, al compararse con el mismo período del año anterior, destacándose estas como las tasas más elevadas del presente año para un mes y un trimestre, respectivamente.
Lo anterior indica que el mecanismo de transmisión de la política monetaria, el cual opera con rezagos que pueden extenderse hasta más de un año, se encuentra actuando y se espera que la actividad económica continúe dinamizándose hasta regresar a su ritmo de crecimiento potencial, lo cual se contempla ocurra en el próximo año 2024.
En consonancia con la evolución del valor agregado del sector, los préstamos a la “Construcción” han experimentado un aumento a partir del inicio del segundo semestre del año, al pasar de una variación interanual promedio de 8.7% en enero-junio a incrementos de 24.3% en julio, 26.0% en agosto y 24.9% en septiembre, para un promedio de 25.1% en el tercer trimestre de 2023 con respecto al mismo período de 2022. Este nivel de actividad continúa durante el mes de octubre, donde al día 20 del presente mes, el total de préstamos supera en 33.3% al registrado en octubre de 2022.
Asimismo, cabe destacar que el desempeño exhibido por hoteles, bares y restaurantes durante todo el presente año ha mitigado la ralentización de otros sectores. En ese sentido, la llegada récord de 6,023,573 pasajeros no residentes durante enero-septiembre 2023 y la tasa de ocupación hotelera de 75 % en el mismo período han contribuido a la expansión de 10.9% en su valor agregado real en enero-septiembre, explicando más de un tercio del crecimiento acumulado interanual de la economía en su conjunto.
Adicionalmente, ha incidido la recepción de 1,607,360 cruceristas en el referido período, con lo que se acumula un total de 7,630,933 de visitantes en enero-septiembre 2023, otro hito histórico para el turismo. En ese tenor, se proyecta que durante el año 2023 el país reciba alrededor de 10 millones de visitantes por vía aérea y marítima, generando aproximadamente US$10,000 millones de ingresos por concepto de turismo.
En otro orden, la inversión extranjera directa alcanzó US$3,369.5 millones en enero-septiembre, para un crecimiento interanual de 3.9 %. Este flujo de recursos, destinados en su mayoría a energía, turismo y comercio, muestran una vez más la gran confianza de los inversionistas extranjeros en el país. Para el cierre de 2023 se proyecta un flujo de inversión extranjera directa que estaría superando los US$4,300 millones, que unido a los US$10,000 millones que se esperaría ingresen por concepto de remesas, ambos rubros estarían contribuyendo al incremento de la demanda interna, es decir el consumo y la inversión.
De igual forma, el mejor desempeño registrado por la economía dominicana en el trimestre julio-septiembre por las facilidades otorgadas para la reactivación de los sectores productivos, se ha visto reflejado en la creación de empleos. En ese sentido, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) del Banco Central al tercer trimestre de 2023, la ocupación ascendió a 4,855,631 trabajadores, un nivel histórico que representa 222,497 ocupados netos adicionales en doce meses, equivalente a una tasa de crecimiento de 4.8%. Un aspecto importante a destacar del mercado laboral es que esta generación de nuevos puestos de trabajo estuvo concentrada en la ocupación formal, es decir, aquellos que tienen acceso a los beneficios de seguridad social vía su ocupación, verificándose un incremento de 164,498 personas en dicha categoría, representando un 74 % del referido aumento en los ocupados.
Con estos resultados, el porcentaje de informalidad se redujo en 1.5 p.p. en el tercer trimestre de 2023, al bajar de 58.1 % en julio-septiembre 2022 a 56.7 % en el mismo período de 2023. En cuanto a la tasa de desocupación abierta, la misma se colocó en 5.4 % para el tercer trimestre de 2023. La tendencia mostrada por el mercado laboral es una muestra de que la economía dominicana se está dinamizando.
Resulta importante puntualizar que, si bien la ocupación total se encuentra en su nivel histórico más alto en términos absolutos, en la actualidad se cuenta con la holgura suficiente para que el mercado laboral continúe fortaleciéndose, apoyado en la aceleración del crecimiento económico en lo que resta del año 2023 y para el 2024. Esto es así, ya que la tasa de ocupación (TO), definida como la relación entre los ocupados y la población en edad de trabajar (PET) se ubicó en 60.7% en julio-septiembre de 2023, quedando un potencial de aumento para volver a situarse en su máximo histórico de 61.5% registrado en el cuarto trimestre de 2019, período previo a la pandemia del COVID-19.
Un aspecto a ser destacado, aprovechando el espacio que brinda este artículo y que también fue mencionado en el pasado discurso del Gobernador del Banco Central dentro de los logros institucionales alcanzados durante el último año de la institución, es la operación estadística realizada con el objetivo de identificar y captar información financiera de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), segmento de alta relevancia en el desarrollo de la actividad económica nacional.
En ese orden, el Banco Central completó un barrido en el que se captaron más de 465,000 unidades en todo el territorio nacional, de las cuales resultaron alrededor de 400 mil identificadas como MIPYMES. A partir de este levantamiento se diseñó el marco muestral para la realización de una encuesta nacional para el sector, que comprendió la entrevista a más de 19,000 establecimientos con representatividad a nivel regional, actividad económica y tamaño (micro, pequeña y mediana empresa).
Se espera que esta recolección de información sirva como base para el desarrollo de políticas públicas que impulsen este importante sector otorgando datos más relevantes y detalladas que faciliten el acceso e inclusión en el sistema financiero de las MIPYMES. De igual forma, a través de estos resultados se busca ofrecer un acervo de estadísticas al gobierno dominicano a fin de focalizar de manera más eficiente los recursos y programas de impulso hacia este grupo de empresas y con ello, mitigar de forma directa los problemas que enfrentan en la actualidad.
Finalmente, el gobernador expuso que se mantienen perspectivas positivas para la economía dominicana en la medida que la política monetaria continúe surtiendo sus efectos y se acelere la ejecución de la inversión pública contemplada en el presupuesto por parte del Gobierno. En ese sentido se prevé que la actividad económica continúe exhibiendo los signos de reactivación registrados en julio-septiembre de 2023, con un mayor ritmo de crecimiento en los últimos meses del presente año y durante todo el año 2024, transitando firmemente en la dirección de expandirse en torno a su variación de PIB potencial.
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