Redacción externa.- Los orígenes de la zanahoria se remontan a tiempos y lugares lejanos, con una gran historia llena de curiosidades y evolución. Las primeras evidencias del cultivo de esta raíz datan aproximadamente del año 3.000 a.C. en lo que hoy conocemos como Afganistán. Originalmente, las zanahorias no eran cultivadas por su raíz comestible, como se hace ahora, sino más bien por sus hojas y semillas, similares al cultivo del perejil.
Las zanahorias antiguas tenían un exterior púrpura y un interior amarillo, y durante muchos siglos, estas versiones primitivas de la zanahoria no eran valoradas por sus raíces comestibles, sino que se utilizaban por sus beneficios medicinales. En la antigua Roma y Grecia, las zanahorias se usaban como afrodisíaco y para tratar diferentes dolencias. Fue en estas culturas donde comenzó a valorarse más la raíz de la zanahoria, aunque no sería hasta siglos posteriores que su consumo se generalizó.
Con el paso del tiempo, y gracias a la comercialización de sus semillas en varios continentes, comenzaron a surgir diferentes variedades de zanahorias. Entre las nuevas versiones, las zanahorias blancas, verdes e incluso negras empezaron a aparecer. El cambio más significativo en la historia de la zanahoria ocurrió en el siglo XVI en los Países Bajos. Los agricultores holandeses, en honor a la Casa de Orange (la familia real holandesa), comenzaron a desarrollar zanahorias de color naranja. A través de experimentos y cruces selectivos lograron crear la zanahoria naranja moderna que todos conocemos.
Las variedades más comunes disponibles en la actualidad provienen de estos desarrollos holandeses. Entre estas variedades destacan la Early Half Long, la Late Half Long, la Scarlet y la Long Orange. Estas variedades no solo popularizaron el consumo de zanahorias naranjas, sino que también ayudaron a expandir su cultivo y consumo globalmente.
Propiedades y beneficios de las zanahorias
Propiedades nutricionales: Las zanahorias son bien conocidas por ser una excelente fuente de vitamina A, que es crucial para la salud ocular. Además, contienen una abundante cantidad de antioxidantes, minerales y oligoelementos. Por cada 100 gramos de zanahoria, se obtienen:
Calorías: 39
Proteína: 1,25 g
Hidratos de carbono: 6,9 g
Fibra: 2,6 g
Grasa total: 0,20 g
Calcio: 27 mg
Hierro: 0,47 mg
Magnesio: 11,24 mg
Potasio: 321 mg
Vitamina C: 6,48 mg
Beneficios principales:
–Mejora la visión: Los betacarotenos y otros componentes antioxidantes presentes en las zanahorias son vitales para proteger la retina y prevenir enfermedades como las cataratas y la degeneración macular.
Protección para el corazón: Consumir zanahorias regularmente ayuda a mantener las arterias libres de placas, lo cual asegura un flujo sanguíneo adecuado y fortalece la salud cardíaca.
–Aporte a la salud dental: Masticar zanahorias crudas fortalece dientes y encías debido a su contenido de flúor, un mineral esencial para la salud dental.
–Fortalecimiento del sistema inmunitario: Gracias a los altos niveles de vitamina A y falcarinol, las zanahorias ayudan a fortalecer el sistema inmunitario y a prevenir el desarrollo de células cancerígenas.
–Acción diurética y digestiva: El contenido elevado de agua en las zanahorias proporciona un efecto diurético, beneficioso para personas con dificultades urinarias. Además, su riqueza en fibra actúa como un laxante natural, combatiendo el estreñimiento y promoviendo una flora intestinal saludable.
–Vigorizar la mente: El alto contenido de potasio y fósforo en las zanahorias las convierte en excelentes regeneradoras de los nervios, siendo así un alimento ideal para revitalizar las mentes cansadas.
–Propiedades anticancerígenas: Estudios, incluidos los de la Organización Mundial de la Salud, han demostrado que las zanahorias, gracias a su elevado nivel de carotenoides, ayudan a prevenir ciertos tipos de cáncer como el de pulmón y el de mama.
–Mejora de la piel y prevención del envejecimiento: Las zanahorias, ricas en vitamina A y antioxidantes, previenen la aparición de signos de envejecimiento y promueven una piel firme y libre de arrugas.
Las zanahorias son extremadamente versátiles y pueden ser consumidas de diversas formas, ya sean crudas, cocidas, en jugos, ensaladas, tostas, suflés y más. Existen variedades en colores como amarillas, anaranjadas, rojas, moradas y blancas, cada una con diferentes concentraciones de nutrientes.
La zanahoria no solo ha tenido una evolución fascinante, desde sus comienzos en la antigua Persia hasta convertirse en un pilar de la dieta moderna, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. Incorporarla en la dieta diaria no solo mejora la salud ocular y fortalece el sistema inmune, sino que también aporta numerosos nutrientes esenciales para el bienestar general.
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