SANTO DOMINGO. – El historiador Bernardo Vega, contó a Noticias SIN, que halló la fotografía de la pieza taína del cemí de algodón, “por pura casualidad”, en el año 1970 cuando estaba buscando otra cosa en Londres en el Museo Británico y a partir de ahí pues le pareció interesante seguir indagando sobre el paradero de esta pieza original que además fue hallada en República Dominicana.
Tras 15 años de negociaciones, el Ministerio de Cultura hará posible la llegada al país, para ser exhibido en el Museo del Hombre Dominicano, del único cemí taíno de algodón existente en el mundo, considerado un tesoro invaluable de dicha cultura prehispánica.
“A finales del siglo XIX en el Gobierno de Lilís (Ulises Heureaux) en la península de Bahoruco, fue hallado un cemí de algodón que adentro en la cabeza contiene un cráneo humano”, inició con la historia.
Imágenes tomadas del libro «El Zemí de Algodón Taíno» de la Academia de Historia Dominicana.
Relató que los cronistas de las Indias hablaban mucho sobe los cemíes del algodón, pero más adelante fueron enviados a España y allí la inquisición los quemó. “El único que ha sobrevivido es este que fue adquirido por un señor de apellido Cambiaso de origen italiano fue dibujado por dos arqueólogos que estuvieron en el país entre 1901 y 1905, pero luego la pieza fue enviada a Europa y más nunca se supo de eso”.
Continuó con el relato y dijo todo fue así. “Hasta que yo en 1970 encontré una fotografía del cemí de algodón en los archivos del museo británico en Londres Inglaterra”.
Narró que la curiosidad lo llevó a “averiguar” dónde estaba la emblemática pieza.
“Comencé a averiguar. Me dijeron el nombre que ya tenía la fotografía, pero no la pieza, presumí que estaba en Italia. En un congreso arqueológico caribeño enseñé la foto, escribí a varios museos italianos y finalmente la localicé en el instituto tecnológico de la Universidad de Turín”, contó.
Imágenes tomadas del libro «El Zemí de Algodón Taíno» de la Academia de Historia Dominicana.
Dijo que durante sus investigaciones siendo presidente de la Academia de Historia, publicó un libro donde colocó las investigaciones que se habían hecho anteriormente en Europa sobre el cemí.
Vega contó que más adelante durante la travesía buscando la única pieza del cemí de algodón original que existe visitó congresos arqueológicos mostró la foto por doquier en busca de respuesta, incluso buscó la familia Cambiaso en Italia con la esperanza de conseguir respuestas.
Finalmente, el historiador encontró el cemí.
“Ubiqué el Instituto Arqueológico de la Universidad de Turín, donde creían que el cemí venía de Perú, estaban exhibiéndolo junto con momias peruanas. Entonces después se dieron cuenta que era la famosa pieza taína y se convirtió en la pieza más importante en ese museo. Se hicieron análisis de rayos X y se determinó su originalidad y de dónde provenía”, explicó.
Pero esta travesía del historiador pareció que fue rápida por la forma en la que contó la historia, pero no fue así. Mencionó que fueron muchas cartas y las correspondencias que envió para poder dar con el paradero de la pieza. Todo sin contar todos los museos que visitó y a la cantidad de arqueólogos que le mostró la fotografía.
“Entre encontrar la fotografía en Londres, y poder ubicar la pieza en Italia me tomó como año y medio de correspondencias cartas e investigaciones”, concluyó.
El cemí fue dibujado en Santo Domingo a finales del siglo XX. Antes, una investigadora italiana encontró un texto de Cambiaso que explicaba que donde apareció fue en Enriquillo que antes se llamaba Petit Trou.
Para esos tiempos se consideraba que el cemí era diabólico, por lo que los curas de ese tiempo los quemaban.
Recientes investigaciones por parte de expertos europeos han determinado que el cardenal Cisneros poseía dos maletas llenas de piezas taínas procedentes de La Española, las cuales habían llegado a través del antes referido Francisco Ruiz entre 1501 y 1502, piezas que luego se ubicaron en la Universidad de Alcalá de Henares en 1547.
Uno de esos cemíes de algodón fue luego enviado a Múnich, ya que en aquella época el rey de España Carlos I a su vez conformaba parte del Sacro Imperio Romano-Germano (1520-1558). Esa pieza había pertenecido al cardenal Cisneros hasta su muerte en 1517.
Ese cemí estaba conformado por caracoles rojos y blancos con ojos azules de vidrio, lo que indica que por lo menos parte de ese cemí fue modificado después de su llegada de La Española para incluir material europeo. Un dibujo de ese cemí de algodón aparece en este artículo.
El conocido arqueólogo Herbert Krieger estuvo en Santo Domingo en 1930 y sus archivos se encuentran en el Smithsonian Institution de Washington. Allí fue la profesora de la Universidad de Oxford, Joanna Ostapaowicz y encontró un documento a mano redactado por Rodolfo D. Cambiaso en 1907 quien explicó que el cemí de algodón fue adquirido por su padre el almirante Juan Bautista Cambiaso en 1882 que había sido encontrado en una cueva en Petit Trou, hoy Enriquillo, en el Bahoruco.
Imágenes tomadas del libro «El Zemí de Algodón Taíno» de la Academia de Historia Dominicana.
Dicho pueblo se encuentra a pocos kilómetros al este de maniel viejo, donde sabemos, por los relatos del gobernador Aslor que vivieron esclavos cimarrones. Según el padre Carlos Nouel hasta 1868 allí vivían hombres “semi salvajes” conocidos con el nombre de “bien-bienes”. Cuando a principios del Siglo XX Rodolfo Cambiaso había citado que el cemí de algodón había sido ubicado en una cueva en “el maniel”, se pensó en el maniel más conocido, que es el nombre que tenía hasta hacía poco tiempo el actual pueblo de San José de Ocoa. También existieron manieles en Neiba y en el sureste de Higüey. El texto localizado en el Smithsonian indica que el cemí “fue encontrado en una cueva cerca de Petit Trou (Enriquillo) por un montero quien, al pensar que se trataba de un fantasma, lo atacó con su machete y le separó en dos el cráneo”. Eso había ocurrido en 1882, año en que fue comprado por el almirante Cambiaso y llevado a la ciudad de Santo Domingo en ese mismo año. Los expertos europeos han realizado estudios de radiocarbono 14 y han determinado que el cemí de algodón de la cueva cerca de Enriquillo fue confeccionado entre 1441 y 1522, es decir en la etapa final de la cultura taína.
El conocimiento sobre la existencia del cemí de Turín ha sido tan amplio que en Puerto Rico existe un grupo de “neotaínos”, creedores en la cultura y la religión taína quienes han construido una réplica bastante parecida del cemí de algodón original, el cual adoran y al cual encienden velas.
En la reunión de FITUR en Madrid del 2023, un grupo de San Cristóbal llevó una réplica de seis pies de altura del cemí de algodón con el cual se fotografió nuestro ministro de Turismo. A este ritmo a nuestros turistas les estaremos vendiendo réplicas de cemís de algodón en miniatura los cuales hasta tal vez colgaremos en nuestros árboles de Navidad.
La Universidad de Turín y un grupo de expertos han obtenido recursos económicos de la Unión Europea para construir un cemí de algodón “gemelo”, pero virtual, es decir un holograma, el cual estará disponible para cualquier institución pública o privada que quiera tenerlo y exhibirlo a principios del 2025.
Finalmente, la prensa dominicana ha reportado desde hace pocos años la posibilidad de que el cemí de algodón de Turín venga a la República Dominicana por un tiempo. Fuimos informados por personal del Instituto de Turín que actualmente existen negociaciones entre el ministerio de Cultura italiano y el dominicano sobre este asunto, pero también vimos recientemente en la prensa que el ministro de Cultura italiano tuvo que renunciar por un escándalo al descubrirse que tenía una amante que trabajaba dentro de su institución y que ha divulgado información confidencial sobre el funcionamiento del gobierno italiano.