Viena.- Una línea eléctrica que suministraba electricidad a la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia resultó dañada el jueves por un bombardeo, en medio de «la precaria situación de la seguridad nuclear en la mayor central atómica de Europa», bajo control ruso.
Así lo informó hoy al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el personal ucraniano que opera la planta.
La línea dañada suministraba electricidad al reactor 6 de la central de Zaporiyia (ZNPP) y su corte obligó a recurrir temporalmente a los generadores diésel de emergencia, precisó el OIEA en un comunicado.
«Cinco generadores diésel comenzaron a suministrar energía a este reactor después de que su conexión a una línea de reserva de 150 kilovoltios (kV) se cortara durante el bombardeo que tuvo lugar en una zona industrial fuera del emplazamiento de la ZNPP», añadió.
La nota asegura que la refrigeración del núcleo del reactor se mantuvo en todo momento: en una hora y media, mientras funcionaban los generadores diesel, se conectó a la unidad una fuente de energía alternativa de otros cuatro reactores.
«El incidente puso de manifiesto una vez más la precaria situación de la seguridad nuclear en la mayor central nuclear de Europa, situada ahora en una zona de guerra activa», resaltó el OIEA.
«Una y otra vez, los valientes, hábiles y experimentados operarios de la central encuentran soluciones para superar los graves problemas que siguen ocurriendo a causa del conflicto», subrayó el director general del OIEA, Rafael Grossi, citado en el comunicado de la entidad que encabeza.
«Sin embargo, esta no es una forma sostenible de gestionar una central nuclear. Es urgente crear un entorno más estable para la central y su personal», insistió.
Grossi aboga por la creación una zona de protección en torno a la planta, un asunto que abordó ayer en Kiev con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y que tratará también con las autoridades rusas en Moscú la próxima semana.
Cuatro expertos del OIEA han asumido hoy en la planta de Zaporiyia la misión de apoyo del organismo, reemplazando a los dos que cumplían ya esas funciones desde el 1 de septiembre pasado.
Con seis reactores, la central nuclear de Zaporiya no está produciendo energía eléctrica desde el pasado 11 de septiembre, cuando se detuvo el último reactor que estaba en marcha.
El pasado miércoles el presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó un decreto en el que ordenó al gobierno que se apropiara de la central nuclear, bajo control del Ejército ruso desde marzo, una decisión rechazada por Ucrania y la comunidad internacional.
Grossi confirmó ayer que también para el OIEA Zaporiyia sigue siendo ucraniana.
«Para nosotros está claro, se trata de una instalación ucraniana, la propiedad es de Energoatom (la empresa pública nuclear de Ucrania)», dijo el jefe del OIEA en rueda de prensa en Kiev el jueves.
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