Brasilia.- El Gobierno de Brasil aseguró este domingo tener la «fuerte sospecha» de que la ola de incendios que afecta a los ecosistemas de la Amazonía y el Pantanal, así como al estado de São Paulo, es el resultado de una acción criminal orquestada.
«Es una situación atípica. En una semana, prácticamente en dos días, hubo incendios en varios municipios al mismo tiempo. Ya tuvimos ‘el Día del Fuego’ y existe una fuerte sospecha de que esté ocurriendo de nuevo», dijo la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, en una rueda de prensa en Brasilia.
Silva se refirió al episodio de 2019, cuando, según organizaciones ecologistas, decenas de agricultores y ganaderos de la Amazonía provocaron incendios en sus propiedades de forma coordinada para apoyar al entonces presidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), un crítico del discurso ambientalista.
La ministra denunció que en el Pantanal, el mayor humedal del planeta que Brasil comparte con Bolivia y Paraguay, se abren «diez frentes de incendios por semana», un fenómeno que también se ha identificado en la Amazonía.
«Y en São Paulo no es natural, en ninguna hipótesis, que en pocos días haya tantos frentes de incendios en varios municipios», añadió.
En el caso de São Paulo, el estado más poblado e industrializado del país, hay 46 municipios en «alerta máxima» por incendios, y 21 de ellos registraban este domingo focos activos en sus territorios.
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, el estado de São Paulo registró 2.316 focos de incendio entre el jueves y el viernes, casi siete veces más que los contabilizados en todo el mes de agosto del año pasado.
Una de las localidades más afectadas es Ribeirão Preto, la octava ciudad paulista más poblada, con 700.000 habitantes, donde algunos vecinos han abandonado sus casas debido a la cercanía del fuego, se han suspendido las clases y se han cancelado vuelos por la baja visibilidad provocada por el humo.
Silva informó que la Policía Federal ha abierto hasta el momento «31 investigaciones» para averiguar el origen de esta ola de incendios, cuyas columnas de humo han viajado miles de kilómetros y cubierto ciudades enteras, como Brasilia.
«Si se confirma que es una acción criminal, se castigará con todo el rigor de la ley», prometió la ministra.
Además, pidió la colaboración ciudadana para evitar, por ejemplo, la quema de rastrojos, en un momento en que estas regiones padecen altas temperaturas, baja humedad y fuertes rachas de viento.
«El fuego está perjudicando a Brasil. El humo que cubre Brasilia está afectando los pulmones de los niños, de los ancianos y de las personas con problemas respiratorios», subrayó.
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