ESTADOS UNIDOS.- Después de que se desatara la crisis mental de Britney Spears tras su divorcio con Kevin Federline al perder la custodia de sus dos hijos, su imagen con la cabeza rapada dio la vuelta al mundo. Cautiva desde entonces bajo la potestad de su padre, el ídolo de los noventa volvió hoy a presentarse frente a un juez para pedir su libertad.
Desde hace ya doce años, James Spears tiene todo el control tanto de la vida personal como profesional de su hija. El movimiento que encabezan los fans de la artista, denominado #freeBritney nació el pasado 2019 a raíz de un podcast en el que hablaron en profundidad acerca de la tremenda situación que vive la cantante.
Después de perder varias batallas contra su padre, hoy Britney Spears volvió a plantarse frente a un juez de forma virtual para rogar por su libertad con un demoledor testimonio.
La cantante relató que estaba en una situación «abusiva» y que deseaba continuar su vida junto a su novio, Sam Asghari:
«Quiero poder casarme y tener un bebé. Me dijeron que no podía casarme. Tengo un DIU dentro de mí, pero no me dejan ir al médico para quitármelo porque no quieren que tenga más hijos. Esta tutela me está haciendo mucho daño», expresó leyendo una carta que duró alrededor de veinte minutos.
También afirmó , entre otras muchas cosas que: «Siento que se unen en mi contra, me siento intimidada, excluida y sola. Estoy cansada de sentirme sola. Merezco tener los mismos derechos, tener un hijo o cualquiera de esas cosas», confesó, además de informar que ni siquiera le han permitido ir sola con su novio en el auto.
La fortuna de Britney Spears, manejada ahora por su papá al completo, se estima en una cantidad de alrededor de 60 millones de dólares. Según People.
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