Alguna gente no toma en serio la posibilidad de que tanto vudú en Haití tiene relación directa con sus inacabables padecimientos. Lo que cada cual crea, o no, estimo que debe respetarse. Pero los conceptos sobre el valor de la vida y la sociedad, fundados en creencias animistas carentes de contenido moral, como cuando se puede orar a una deidad que mate al vecino, difícilmente fomentan la formación de ciudadanos responsables.
“Mágico-religioso” a veces se usa para denostar la espiritualidad por quienes están seguros de que sólo existe la materia. Hay quienes no saben o dudan de la existencia de Dios; mientras otros no pueden dejar de creer… Para cuando vino Cristo, en Palestina ya había una tradición de varios siglos de pensamiento sobre asuntos morales y éticos, tan vinculados a las religiones como a la política o cuestiones jurídicas.
Despreciar la fe por antigua dificulta entender asuntos que, con la ciencia, la técnica o ciertas humanidades, es difícil discernir, como los misterios insondables de los desdichados vecinos del oeste de la isla.
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