VIENA.- La Universidad de Innsbruck (Austria), puntera en temas de investigación cuántica, lanzará en 2023 un centro para establecer normas éticas internacionales para que esa tecnología contribuya a cerrar la brecha digital en todo el mundo.
Para ello, se ha comenzado a establecer el «Laboratorio de Ética Cuántica de Innsbruck» (IQEL, por sus siglas en inglés) que, dirigido por el experto en derecho digital Matthias C. Kettemann, reunirá a especialistas de diversas disciplinas, informó la institución.
«Ahora es el momento de trabajar en cuestiones éticas y jurídicas de las tecnologías cuánticas», ha declarado Kettemann, que es catedrático de Innovación, Teoría y Filosofía del Derecho.
En su opinión, Europa, y en especial Austria, debería aprovechar el liderazgo que tiene en la investigación de la física cuántica para determinar cuánto antes las futuras reglas del juego en este ámbito.
Especialmente la Universidad de Innsruck, es un centro de referencia mundial, con el que ha colaborado el austríaco Anton Zeilinger, pionero de la «teletransportación» cuántica y ganador del premio Nobel de Física 2022, junto a Alain Aspect y John Clauser.
Kettemann explicó que el principal objetivo del IQEL, cuya inauguración oficial está prevista para el próximo otoño, es garantizar que la investigación cuántica se lleve a cabo de forma justa y que sus beneficios se distribuyan equitativamente en todo el mundo.
A diferencia de lo que ocurre en Internet, donde «el mercado ya no se puede moldear porque EEUU ha sido más rápido», Europa tiene todavía la posibilidad de establecer normas justas en el campo de la criptología cuántica, donde aún hay pocas reglas, añadió.
Además, «el Sur global debería beneficiarse tanto como el Norte global», consideró el responsable del IQEL tras recordar que, actualmente, los ordenadores cuánticos, de complicada construcción pero que permiten una comunicación más segura y rápida, están disponibles únicamente «en el norte digital».
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