REDACCIÓN.– Hidratarse es un asunto serio y más importante de lo que puede parecernos, especialmente ahora que entramos en verano donde el calor y la humedad suelen aumentar y de la mano los casos de deshidratación.
Mejora nuestra memoria y concentración y ayuda a evitar dolores de cabeza.
El agua lubrica nuestras articulaciones y huesos, regula la temperatura de nuestro cuerpo y alimenta el cerebro y la médula espinal.
Científicamente está demostrado que no podríamos vivir más de 3 días sin agua.
No esperes hasta tener sed para tomar agua, pues ese es el primer indicador de deshidratación.
A largo plazo, si no tomamos suficiente líquido esto podría producir:
-Problemas digestivos
-Diabetes
-Aumento de peso
-Problemas en la piel
-Colesterol alto
-Estreñimiento
-Alteraciones de ánimo
-Disminución de la función cognitiva
La cantidad de agua que se debe ingerir depende de elementos como la edad, la actividad física, el clima o la salud, entre otros, pero en promedio un adulto proactivo debería tomar 8 vasos de agua al día.
Existen otros alimentos ricos en agua como frutas y vegetales que deberíamos incluir siempre en nuestra dieta.
Estudios observacionales relacionan un consumo habitualmente bajo de agua con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares en el futuro, además de la aparición de piedras en los riñones.
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