Cambian cárcel por casa a exprimera dama hondureña condenada por corrupción

Según la denuncia del Ministerio Público, los acusados "conformaron una organización delictiva para apropiarse de fondos durante los años 2011 al 2015 a través de 70 cheques otorgados a nueve personas simulando relaciones contractuales

Tegucigalpa.- La exprimera dama de Honduras Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014) y condenada en 2022 a más de 14 años por delitos de corrupción, pasará de prisión a arresto domiciliario, informó este miércoles una fuente oficial.

«Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia con base al informe oficial del Departamento de Clínica Forense de la Dirección de Medicina Forense resolvió modificar la prisión preventiva a la ex primera Dama Rosa Bonilla de Lobo por arresto domiciliario dada su condición actual de salud», indicó el Supremo en un mensaje en Twitter.

Los jueces de la Sala Penal ordenaron que Bonilla rinda «una caución a favor del Estado por un monto de 13 millones de lempiras (529.533 dólares), más la prohibición de salir del país, fijar su domicilio en territorio nacional y no comunicarse con vinculados al proceso».

La abogada de la ex primera dama, Daysi Banegas, dijo a periodistas que la decisión del cambio de medida se dio por unanimidad de votos de la Sala Penal debido «al vencimiento» de la prisión preventiva.

La ex primera dama fue condenada el 17 de marzo de 2022 en la repetición del juicio por fraude y apropiación indebida continuada de recursos a título de coautora, según la resolución del Tribunal de Sentencia.

Bonilla fue detenida el 28 de febrero de 2018 luego de una investigación del Ministerio Público coordinada con la otrora Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), que dependía de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Suex secretario privado Saúl Escobar también fue declarado culpable por un delito de fraude a título de coautor en perjuicio de la Administración Pública.

Según la denuncia del Ministerio Público, los acusados «conformaron una organización delictiva para apropiarse de fondos durante los años 2011 al 2015 a través de 70 cheques otorgados a nueve personas simulando relaciones contractuales, para dar apariencia de legalidad, que después convertían en dinero en efectivo».

Bonilla manejó una cuenta bancaria, donde tuvo ingresos por 94,7 millones de lempiras (3,8 millones de dólares), recursos provenientes de diferentes fuentes, entre ellas donaciones de la embajada de Taiwán para proyectos sociales que debían ser ejecutados por la Unidad de Desarrollo Comunitario (Udeco) durante el período 2011-2014, señaló.

La exprimera dama abrió el 22 de enero de 2014 una cuenta personal en un banco hondureño y ese mismo día depositó «12 millones de lempiras (unos 488.800 dólares) a través de un cheque proveniente de una cuenta oficial», indicó el Ministerio Público.