Barcelona.- El aumento generalizado de las temperaturas a consecuencia del cambio climático está favoreciendo la transmisión de virus del Nilo Occidental (VNO) en algunas zonas de Europa, donde se están dando unas condiciones más adecuadas para la proliferación de virus y sus mosquitos transmisores.
Así lo advierte un estudio del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) (noreste) que analiza las causas diversas por las que el virus del Nilo Occidental ha surgido recientemente como un problema de salud en Europa por su rápida propagación.
En el estudio, además, los científicos advierten de que el virus se extenderá a lugares más al norte de Europa debido a un clima más cálido.
El virus de Nilo Occidental es una enfermedad zoonótica transmitida por vectores que generalmente se transmite entre aves y mosquitos, y los humanos, caballos y otros mamíferos pueden infectarse, pero no pueden transmitirlo.
Las infecciones en los humanos pueden ser graves y provocar enfermedades neurológicas y la muerte.
Hasta hace poco, el VNO solo se notificaba en Europa de forma ocasional y se creía que el virus entró en el continente a través de aves migratorias infectadas en el África subsahariana.
Este estudio, que publica la revista ‘One Health’, se planteó responder a la pregunta de por qué la enfermedad se ha vuelto tan frecuente en Europa últimamente.
Para ello, procesaron y analizaron datos de 166 regiones del sur y el sureste de Europa recogidos durante 13 años, que pusieron de manifiesto los cambios en el clima, los patrones de uso de la tierra, los cambios económicos y el gasto del gobierno central en áreas como el saneamiento y el medio ambiente.
En general, el clima más cálido en los meses de primavera y verano debido al cambio climático está haciendo que las condiciones sean más favorables para el virus y sus mosquitos vectores.
Los resultados confirmaron que las regiones con una mayor proporción de humedales y tierras cultivables, incluida la agricultura de regadío que tiende a atraer aves susceptibles y especies de mosquitos, son las que corren un mayor riesgo de contraer la enfermedad.
«Sin duda, cambiar otros tipos de uso de las tierras en regadío habría aumentado el riesgo de enfermedad», según Watts, que afirma que la sequía también puede estar aumentando la intensidad de los brotes de enfermedades, ya que la reducción de recursos hídricos hace que mosquitos y aves entren en contacto más estrecho y aumenten los posibles casos de transmisión y prevalencia del virus, que después puede propagarse a los humanos.
El estudio también ha desvelado que los países que registraron un mayor número de casos de VNO durante el período analizado también fueron los que aplicaron recortes más importantes en protección ambiental y gastos en aguas residuales, lo que podría haber beneficiado la presencia de mosquitos y del virus.