REDACCIÓN.- El canciller Roberto Álvarez señaló como inaceptables e irracionales las declaraciones del embajador haitiano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Leon Charles, quien enfatizó que Haití no detendrá la construcción del canal sobre el río Masacre.
“Queremos constancia del interés dominicano de encontrar una solución justa y equitativa pero también registrar, dejar constancia de la responsabilidad de las autoridades haitianas si esto efectivamente causa una tragedia”, dijo durante su intervención en la asamblea de la OEA.
El diplomático indicó que “realmente lamentamos mucho escuchar las palabras del embajador de Haití, de manera reiterada dijo que no van a parar las obras del canal, lo repitió cuatro o cinco veces, nos parece irracional e inaceptable”.
El ministro de Relaciones Exteriores añadió que han entregado información sobre los daños que pueden suceder si se mantiene la construcción del canal con el cual se pretende desviar el cauce del río Masacre, afirmando que dicha obra puede ocasionar inundaciones a las comunidades cercanas al lugar en el que los haitianos buscan aprovechar el líquido.
Álvarez enseñó una imagen frente al Consejo en la cual se visualiza los edificios de la zona franca Codevi, localizada en Juana Méndez, Haití. Agregó que en la planta laboran unos 1,000 dominicanos y 19,000 empleados de Haití, los cuales están en riesgo de sufrir inundaciones si el canal se mantiene en construcción.
Recordó que Codevi se localiza a unos 200 metros del lugar en el cual se quiere construir un dique, porque el canal se encuentra a 2 metros por encima del afluente. Por lo que las crecidas que puedan producir las lluvias, producirían inundaciones a la “inversión millonaria”, además de la comunidad de Juana Méndez en Haití y la provincia Dajabón en RD.
“Yo no logro entender cómo es posible que un Estado responsable no quiera sentarse a discutir”, añadió.
El canciller lamentó la postura del embajador de Haití, calificándola como una actitud “absolutamente irresponsable”, defendiendo el hecho de que esta acción pudiese desencadenar un ilícito internacional con las responsabilidades del lugar.
Frente a esta situación, manifestó que el Gobierno dominicano está haciendo todo lo posible para impedir que esto ocurra, asegurando que ningún país tiene el derecho de “crear una catástrofe”.
El diplomático expresó qué reconocen el derecho que tiene la nación haitiana a usar de manera equitativa y justa las aguas, pero que solicitan el cese de la construcción para hacer los estudios de lugar con los que se pueda determinar si esta obra es factible o no.
Enfatizó que el Gobierno dominicano no cree en que dicha construcción sea factible, aparte de que tampoco se está edificando un canal de riego, sino que en su lugar se realiza un trasvase de agua para desviar el cauce a 6 kilómetros de distancia.
En ese mismo orden, llamó la atención sobre que uno de los tantos riesgos que conlleva la construcción del canal, es el posible desvío de cada una de las aguas del río Masacre.
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