Por: Carolina Cepeda
Santo Domingo.- Con el objetivo de sacar a más de 40 jóvenes de las calles, un grupo de entrenadores imparte clases de boxeo y atletismo de manera voluntaria en el Ensanche Capotillo del Distrito Nacional.
Entre los estudiantes se incluyen adolescentes con discapacidad auditiva que, pese a las precariedades del entorno, se mantienen firmes en busca de la enseñanza.
Golpe a golpe, labra su futuro…
José Ángel Martínez, de 16 años, perdió a su madre siendo un niño, pero encontró en el boxeo la disciplina y el enfoque necesarios para no sucumbir a la delincuencia.
“Esto es un deporte que tu trabajas el cuerpo entero”, añadió José Ángel Martínez, estudiante boxeo
Aunque la mayoría tienen discapacidad auditiva, no ha sido una excusa para entregarse por completo al deporte.
“Tienen una fuerza, una dedicación porque ellos también quieren llegar.Yo los visualizo como grandes campeones con los que yo he trabajado como Valera, Michel, el Caballo”, sostuvo Emilio Belén, entrenador voluntario
La responsable es la ex boxeadora Marisol Reyes, que desde hace 10 años acude hasta las casas de unos 45 estudiantes y junto a otros voluntarios del Club de Boxeo Formativo Ramón Díaz, les brindan una opción.
Un pequeño espacio prestado en una escuela les sirve de escenario para sus prácticas desde hace apenas tres semanas, clases que antes impartían en las calles de Capotillo.
“Necesitamos un lugar para entrenarnos, un lugar para que estás niñas se sientan seguras. Si ustedes entran a los barrios van a encontrar una Marileydy, una Reina del Caribe, un Félix Díaz, pero es buscándolo y dándoles las oportunidades”, refirió Marisol Reyes, ex boxeadora.
“Voy a la Pulga y compramos guantes, no tenemos ayuda lo hacemos porque es con amor. Y queremos que el presidente mire esto, que mire lo que está pasando que este es el deporte que le ha dado medallas olímpicas, medallas panamericanas al país”, enfatizó Tony Velásquez, entrenador voluntario boxeo residente en María Auxiliadora.
“Me trasladó desde Herrera hasta acá porque se me hace difícil encontrar un lugar donde lo acojan. Yo he llorado las lágrimas que no tengo, porque es muy difícil tener un niño con esa condición y no encontrar apoyo, aquí se habla de la inclusión, pero eso es mentira”, dijo Lirka Charmeston, madre de un boxeador de 16 años.
Los alumnos tienen desde los cuatro hasta 50 años de edad, y han acumulado decenas de medallas olímpicas. Como el hijo de Reyes, Christofer, que a sus 25 años cuenta con 60 preseas en atletismo, y sirve de soporte en el entrenamiento de los demás.
“Él quiere enseñar a los jóvenes de la calle para el futuro, que no estén en droga, quiere que estén en el olímpico practicando deporte, baloncesto, cualquier deporte porque se puede”, relató Christopher Melenciano Reyes, atleta y entrenador.
Al recordar que el presidente Abinader promulgó en agosto la Ley 43-23, que reconoce la lengua de señas como medio de comunicación oficial, instaron a las autoridades a no dejarla en el olvido.
“No ha podido entrar a una universidad todavía por el problema de la educación de lenguaje de señas que no hay en una universidad, su sueño es ser maestro de educación física”, añadió Marisol Reyes, ex boxeadora.
La misión de este equipo, conocido como los ¨Boxeadores de Cristo¨, también incluye charlas para evitar que las adolescentes sean víctimas del embarazo a destiempo.
Los entrenadores además sugirieron al Gobierno la creación de una federación para personas con discapacidad auditiva.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email