REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Centenares de vuelos han sido cancelados en Estados Unidos en el inicio del «puente» del Memorial Day (Día de los Caídos), uno de los fines de semana con más viajes del año, como consecuencia del mal tiempo y la falta de personal.
A primera hora del sábado ya se habían cancelado más de 300 vuelos previstos para esta jornada dentro del país o con salida o destino en él, según la web de seguimiento FlightAware.
Esa cifra se suma a más de un millar de cancelaciones el viernes y a las 84 que ya se prevén para el domingo.
El mal tiempo en varias zonas del país, unido a la falta de personal en algunos aeropuertos y aerolíneas, se consideran como el principal motivo del alto número de vueltos cancelados.
El viernes, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ya avisó de que muchos de los mayores aeropuertos del país estaban sufriendo limitaciones en despegues y aterrizajes por esa carencia de personal y los altos volúmenes de tráfico.
La situación se da a pesar de que varias aerolíneas ya habían reducido vuelos de cara al verano precisamente para evitar dificultades al no contar con empleados suficientes para garantizar sus frecuencias habituales.
El Memorial Day, que se celebra el próximo lunes, marca de forma extraoficial el inicio de la temporada veraniega en Estados Unidos y es tradicionalmente uno de los fines de semana con más desplazamientos del año.
Este año se espera que viajen más de 39 millones de personas, según estimaciones de la American Automobile Association (AAA), el mayor grupo de automovilistas del país, propietario de su propia agencia de viajes.
Este es un aumento del 8,3 % respecto a 2021, lo que hace que los volúmenes de viajes estén casi en línea con los de 2017.
Los viajes aéreos aumentarán un 25 % en relación al año pasado, el segundo aumento más grande desde 2010, y el número de viajeros que elegirán ese medio de transporte será de 3 millones.
Entre los destinos favoritos están zonas turísticas de playa como el sur de Florida, donde este año los aeropuertos esperaban batir récords de pasajeros durante este «puente».