SANTO DOMINGO.- Un proyecto que a través de educación especial pretende formar a personas con autismo y crear en ellas la autodependencia.
Ingrid Ramírez coordinadora del Centro pedagógico Aprende Como en Casa dijo que no solo trabajan con personas con autismo sino con otras capacidades diversas.
“Las terapias si están cubiertas por los seguros de salud pero otros tipos de servicios no lo cubren”, explicó Ramírez.
Trabajan desde el inicio de las etapas de desarrollo, a partir de los seis años. También con los preadolescentes, adolescentes y adultos.
Se estima que 7 millones de personas tienen trastorno del espectro del autismo (TEA) en Europa. En España, más de 450.000. Para ellas, el acceso a la educación y al empleo no son solo un derecho, sino también factores clave para su calidad de vida.
Para visibilizar las barreras y oportunidades de las personas con autismo en estas dos áreas fundamentales en la calidad de vida de las personas con autismo, Autismo España se suma a la campaña promovida por Autismo España, que bajo el lema ‘Puedo APRENDER. Puedo TRABAJAR’, pretende crear conciencia sobre cómo crear las condiciones adecuadas para hacer que la educación y el empleo sean más accesibles para el colectivo.
, que se observara todos los años a partir de 2008[2].
Podemos definir al autismo como una afección neurológica permanente que se manifiesta en la primera infancia, independientemente del género, la raza o la condición social y económica[3].
Los principales síntomas son, las deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social; y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades[4].
Existen 3 niveles de funcionamiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA):
En este tipo de autismo el niño o niña presenta dificultades para establecer relaciones sociales y es frecuente que muestre respuestas o reacciones inusuales cuando se relaciona con los demás.
Presentan dificultades notables en la comunicación social, verbal y no verbal, tienen problemas para iniciar las interacciones sociales, a la vez que suelen responder de manera “extraña” a la interacción y desarrollan un lenguaje muy limitado.
Suelen manifestar deficiencias graves en sus habilidades para la comunicación social, verbal y no verbal, tienen un vocabulario muy reducido y es frecuente que utilicen palabras ininteligibles por lo que apenas se puede comprender lo que dicen[5].
De acuerdo a cifras de 2019 emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) uno de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA). Aunque algunas personas con TEA pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida[6].
Conforme a esto, en 2008 entró en vigor la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo que reafirmó el principio fundamental de los derechos humanos universales para todos. El objetivo de la Convención es “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”. Llamada de igual forma una herramienta eficaz para fomentar una sociedad inclusiva que cuide a todos sus miembros y garantizar que todos los niños, niñas y adultos con autismo puedan llevar una vida plena y gratificante[7].